El activista británico y fundador de la Liga de Defensa Inglesa, Tommy Robinson, continúa en régimen de aislamiento en prisión mientras cumple una condena de 18 meses. Su situación ha desatado críticas tanto a nivel nacional como internacional, con denuncias sobre los efectos perjudiciales de esta medida en su salud mental. Defensores del activista, como el periodista Ezra Levant, han señalado que mantenerlo en estas condiciones durante nueve meses podría considerarse «una forma de tortura psicológica».
El empresario Elon Musk, propietario de la red social X, se ha sumado a las voces que piden la liberación de Robinson. En una serie de publicaciones, Musk cuestionó el motivo de su reclusión en aislamiento y criticó a las autoridades británicas. «¿Por qué Tommy Robinson está en una prisión de aislamiento por decir la verdad? Él debería ser liberado, y aquellos que encubrieron esta farsa deberían ocupar su lugar en esa celda», escribió Musk en su plataforma.
Robinson fue condenado por publicar un documental en el que denunciaba la existencia de bandas de agresores sexuales de origen musulmán en el Reino Unido. Según el juez que dictó la sentencia, la amplia difusión del vídeo a través de la plataforma X agravó la situación. Sin embargo, Levant asegura que la situación se ha visto exacerbada por un uso excesivo de la Ley Antiterrorista británica. Bajo esta normativa, las autoridades han intentado acceder al teléfono móvil de Robinson sin una orden judicial, pero el activista se negó a proporcionar su contraseña, citando confidencialidad jurídica y periodística. Como resultado, se enfrenta a cargos adicionales.
El régimen de aislamiento ha sido justificado por las autoridades penitenciarias debido a la «naturaleza polarizadora de su ideología». Sin embargo, sus defensores sostienen que esta medida es desproporcionada y dañina. Han contratado a un abogado especializado en derecho penitenciario para cuestionar la decisión y buscar su traslado a condiciones menos restrictivas.
El caso ha atraído una atención significativa, en parte debido al apoyo de Musk, quien ha amplificado el alcance de las críticas hacia el gobierno británico y el sistema judicial. Hasta el momento, ni el Gobierno ni el primer ministro Keir Starmer han respondido públicamente a las declaraciones del empresario. Mientras tanto, los defensores de Robinson continúan recaudando fondos para su defensa legal, con la esperanza de que pueda cumplir el resto de su condena en condiciones más humanas.