El Gobierno de Francia estima que «298 personas» acudieron el primer día de clase vestidas con la abaya, la túnica tradicional musulmana que cubre todo el cuerpo, aunque la gran mayoría accedieron a quitársela sin incidentes y sólo 67 «tuvieron que volver a casa», según el ministro de Educación, Gabriel Attal.
El ministro ha destacado que «una gran mayoría» de las niñas y adolescentes que llevaban la abaya accedieron a quitársela tras «una fase de explicaciones, de diálogo, de pedagogía», en virtud de una norma que se ha estrenado esta semana y que equipara esta prenda con otros símbolos religiosos.
El Gobierno alega que, en virtud de la ley de laicidad, la abaya tampoco tiene cabida en los centros educativos. Attal ha insistido en una entrevista en BFM TV en que «la escuela no estigmatiza a nadie», pero sí ha abogado por seguir «las reglas» en este ámbito.
Las autoridades, no obstante, esperan evaluar el impacto definitivo a lo largo de esta semana, ya que la vuelta a las clases es progresiva. El Consejo de Estado también tiene previsto examinar este martes la nueva medida, a raíz de una interpelación planteada por una asociación que defiende los derechos de la comunidad musulmana.