El Gobierno de Países Bajos ha anunciado este viernes un proyecto encaminado a mejorar las condiciones de seguridad de la comunidad judía en el país, apenas dos semanas después de que aficionados de fútbol del Ajax y de Maccabi de Tel Aviv protagonizaron en Ámsterdam una serie de incidentes que desde algunos sectores del Ejecutivo neerlandés y también del israelí han catalogado como antisemitas.
El Ejecutivo liderado por Dick Schoof ha adelantado que invertirá unos 4,5 millones de euros de forma anual en la lucha contra el antisemitismo e implementará medidas más duras como la retirada de la ciudadanía a aquellas personas involucradas en violencia antisemita.
Además, las autoridades impulsarán un grupo de trabajo integrado por representantes de la comunidad judía, ministerios, el sector educativo, entre otros, y que se centrará en aumentar las condiciones de seguridad de los estudiantes judíos universitarios. «La gente no se atreve a usar kipá», ha alertado el ministro de Justicia neerlandés, David van Weel.
A pesar de que este anuncio se produce apenas dos semanas después del ataque en Ámsterdam, el Ejecutivo de Schoof ha precisado que ya estaba trabajando en este asunto antes del suceso. De hecho, algunas de las medidas, incluida la retirada de subvenciones a organizaciones de «carácter antisemita», ya habían sido anunciadas previamente.
«Las medidas sólo tendrán éxito si ya no tengo que hablar con la comunidad judía sobre su seguridad, que ya no tengan que emigrar, que los niños ya no digan que no quieren ser judíos», ha aseverado el ministro Van Weel.