Las autoridades italianas continúan intensificando y fortaleciendo el control sobre las principales rutas migratorias que implican desplazamientos al país gobernado por Giorgia Meloni. A los controles sobre el Mediterráneo Central, ahora se suman las acciones policiales sobre aquellos inmigrantes provenientes de Oriente Medio, dando caza a todos aquellos actores que promueven esta ruta y llevando a cabo numerosas detenciones. Estos inmigrantes continúan optando por desviar su camino a Europa a través de las Islas Canarias.
Las últimas operaciones en Italia contra las mafias que sacuden el avispero migratorio en Oriente Medio se han llevado a cabo este mes de octubre. La Guardia de Finanzas ha efectuado al menos 13 detenciones y ha logrado desarticular importantes redes de traficantes que promovían desplazamientos hacia Italia a través del Mediterráneo Oriental.
Los detenidos son de nacionalidad iraquí, pakistaní y afgana, y todos han sido acusados de asociación delictiva con el fin de introducir en territorio italiano a inmigrantes ilegales no comunitarios y sin permiso de residencia, y de blanqueo de capitales a través del favorecimiento de la inmigración ilegal.
Todos los detenidos habían establecido sus centros de operaciones en Irak y Turquía, y tenían además ramificaciones en Italia, Francia y Grecia. Se dedicaban al transporte de inmigrantes ilegales por el Mediterráneo Oriental desde países de como Irak, Irán, Kurdistán, Afganistán, Pakistán, Siria, Líbano hasta las costas de Calabria, sur de Italia.
Además la Policía italiana ha precintado hasta tres establecimientos comerciales en Ventimiglia, Roma y Milán en los que se blanqueaba el dinero derivado del transporte de inmigrantes ilegales desde Oriente Medio. Las investigaciones fueron coordinadas por la dirección antimafia de Catanzaro, provincia de Calabria (sur) y todas las detenciones tuvieron lugar en el sur, en Crotone y Vibo Valentia, en Roma, en el norte en Bolonia, Brescia y Milán, así como en la localidad de Imperia, en la frontera italo-francesa.
Mientras esto sucede en Italia, los inmigrantes ilegales provenientes de la citada ruta siguen llegando a las Islas Canarias. Uno de los cayucos más llamativos fue recepcionado en El Hierro el pasado 15 de octubre. Se trataba de una embarcación que había partido desde Mauritania y en la que viajaban un total de 76 inmigrantes ilegales, entre ellos 65 que resultaron ser nacionales de Pakistán y Afganistán.
Según fuentes policiales, este perfil de inmigración está optando cada vez más por la ruta canaria ante el endurecimiento de controles en las vías con destino a Italia. Suelen tomar vuelos que parten desde Turquía y llegan directamente a Mauritania, Dakar o Casablanca para partir con posterioridad hacia el archipiélago canario utilizando los servicios de los traficantes que operan en el SAHEL.