El gobierno conservador de Hungría ha vuelto a desafiar a Bruselas con una nueva medida que refuerza la protección de los menores frente a la propaganda de género. Mediante un decreto oficial, el Ejecutivo húngaro ha prohibido la exhibición de banderas y símbolos LGBT en todas las instituciones estatales, incluidas las escuelas y el Banco Nacional de Hungría.
🚫🏳️🌈 The Hungarian government has issued a decree banning the display of LMBTQ flags on state institutions, including schools. The decision underscores the government’s full commitment to curbing LGBTQ propaganda targeting children—in kindergartens, schools, media, and public… pic.twitter.com/3fENkTOsHv
— Balázs Orbán (@BalazsOrban_HU) June 6, 2025
Según el texto, queda vetado cualquier símbolo que «haga referencia o busque promover diferentes orientaciones sexuales y de género y los movimientos políticos que las representan». El asesor político del primer ministro Viktor Orbán, Balázs Orbán, ha dejado claro el objetivo de la medida: «La decisión subraya el compromiso total del gobierno para frenar la propaganda LGBTQ dirigida a los niños, en jardines de infancia, escuelas, medios de comunicación y espacios públicos», ha escrito en X.
La oficina del primer ministro ha descrito la decisión como «simbólica», aunque el gesto tiene un fuerte trasfondo político y cultural. Se suma a la ley aprobada por el Parlamento húngaro en marzo que prohíbe desfiles del Orgullo y eventos públicos que promuevan identidades LGBT, con el propósito explícito de proteger a la infancia de influencias ideológicas nocivas.
Como era previsible, las élites liberales europeas han reaccionado con furia. Las instituciones de la Unión Europea amenazan con nuevas sanciones, y el Tribunal de Justicia de la UE está ya preparando un nuevo procedimiento de infracción contra Hungría, esta vez vinculado a la ley de protección infantil de 2021 que impide promover la homosexualidad y la transición de género en las escuelas y en la televisión durante el horario infantil.