Continúa la presión de Bruselas contra los gobiernos que se resisten a la ideología de género y a la defensa de su soberanía. Al menos 17 Estados miembros de la Unión Europea han enviado este martes una carta a la Comisión Europea (CE) para exigir que actúe con firmeza contra Hungría si no retira sus recientes medidas legales «anti LGTBI».
Los firmantes reclaman a la Comisión que utilice «con rapidez y en su totalidad las herramientas del Estado de derecho a su disposición» en caso de que el Gobierno de Viktor Orbán no dé marcha atrás. Acusan a Hungría de aprobar leyes «contrarias» a los «valores fundamentales» de la UE, en alusión a una legislación que restringe la promoción de actos y eventos LGBT.
La norma, aprobada en marzo por el Parlamento húngaro, busca impedir la celebración de manifestaciones como la «marcha del Orgullo», prevista en Budapest para el 28 de junio. El objetivo del Gobierno de Orbán es evitar la exposición de menores a contenidos que promuevan la identidad de género o los cambios de sexo.
La carta enviada ahora a la CE vuelve a poner sobre la mesa la estrategia de acoso institucional que sigue Bruselas contra uno de los pocos gobiernos europeos que aún defiende abiertamente la soberanía legislativa frente a la imposición ideológica.