El Parlamento Europeo acogió recientemente un acto promovido por el principal lobby pro-aborto del continente, el Foro Parlamentario Europeo para los Derechos Sexuales y Reproductivos (EPF, por sus siglas en inglés), para presentar un nuevo documento que denuncia lo que llaman el «avance del extremismo religioso antigénero» en Europa. Entre los objetivos explícitos del documento se encuentran entidades españolas provida como Fundación Madrina y Red Madre, entre otras, a las que acusa de ser «piezas clave del ecosistema antigénero» que, según el EPF, amenaza los «derechos humanos».
Durante la presentación, que reunió a eurodiputados socialistas, verdes, liberales y populares, como la diputada polaca del PPE Elzbieta Katarzyna Lukacijewska, que sorprendió al alinearse sin ambages con el discurso del lobby abortista. «Esto no es proteger a la familia, es controlar vidas», aseguró, y calificó el trabajo de organizaciones como Fundación Madrina o Red Madre de «estrategia impulsada por partidos de extrema derecha, redes religiosas radicales y financiadores oligárquicos». Sus palabras evidencian que el PP Europeo se ha sumado a la retórica de la izquierda en materia de aborto e ideología de género.
Neil Datta, director del Foro Parlamentario Europeo para los Derechos Sexuales y Reproductivos, expuso un decálogo para hacer frente a lo que llamó la «hidra antigénero», subrayando que hay que «desarmar, desbancar y desmonetizar» a estas entidades provida.
La Fundación Madrina aparece como ejemplo de «ONG católica que perpetúa el modelo tradicional de familia y pone obstáculos a la libertad reproductiva». Los ponentes aludieron a la última cumbre de la Red Política por los Valores en el Senado español como muestra del «peligro» de que la defensa de la familia y la vida gane terreno en las instituciones. Se habló también de VOX, al que el informe vincula con la «red transnacional antigénero».
Un elemento transversal en todas las intervenciones fue señalar a la Iglesia católica como «principal percutora» del movimiento provida y profamilia. El profesor David Paternotte, de la Universidad Libre de Bruselas, calificó las plataformas provida como fruto directo de la «jerarquía católica organizando ONG civiles para influir políticamente», usando el término «ONG organizadas por la iglesia» para denigrar a estas instituciones.
La eurodiputada eslovaca Lucia Yar (Renovar Europa), admitió sin rodeos: «Hay que presionar al PPE. Poco a poco lo estamos logrando. Ya firman directivas y copatrocinan actos como este. Hay que avanzar en los temas con los que tenemos algo en común y seguir presionando».