El primer ministro francés, François Bayrou, ha descartado este domingo que el Gobierno vaya a rebajar de nuevo la edad de jubilación en Francia a los 62 años por la precaria situación financiera del sistema de pensiones.
Bayrou lleva tres meses negociando con sindicatos y federaciones empresariales la revisión de la impopular ley de pensiones de 2023 del presidente Emmanuel Macron, que eleva gradualmente la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años.
«Quienes participan conocen las cifras y ya existe un déficit en las pensiones del sector privado«, ha manifestado Bayrou en una entrevista el domingo en la radio France Inter. «Estamos descubriendo que no tenemos los medios para hacer lo que nos gustaría, porque no producimos como antes y no producimos lo que producen nuestros vecinos», ha lamentado.
Un informe del auditor estatal francés indicó que se prevé que el déficit del sistema de pensiones aumente en los próximos años.
Según el Tribunal de Cuentas, mantener la edad mínima de jubilación en 63 años, en lugar de aumentarla a 64 como estaba previsto, supondría un coste para las finanzas públicas de 13.000 millones de euros adicionales al año hasta 2035. Por el contrario, aumentar la edad a 65 años supondría un aumento de 17.700 millones de euros anuales para ese mismo año.