«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El tunecino detenido en Alemania preparaba un atentado con armas químicas

Sief Allah H. fue detenido la semana pasada por unidades especiales de la policía en su vivienda de Colonia tras recibirse un aviso de que el hombre había encargado una gran cantidad de sustancias tóxicas peligrosas.


El tunecino Sief Allah H., de 29 años y detenido la semana pasada en Colonia bajo sospecha de fabricar armas químicas, tenía contactos con el entorno islamista, informó la Fiscalía General alemana.
Por el momento no hay «indicios fundamentados» de que el propio sospechoso o esas personas de contacto fueran miembros de una organización terrorista, cuestión que se está investigando aún.
Sin embargo, sí se tiene constancia de sus conexiones con el «espectro radical islámico», prosigue ese departamento en un comunicado difundido este miércoles.
El tunecino fue detenido hace una semana, después de que se encontraran en su domicilio sustancias químicas peligrosas, presuntamente para preparar un ataque químico.
El sospechoso había intentado en dos ocasiones viajar a Siria a través de Turquía, presuntamente para unirse a las filas del grupo yihadista Estado Islámico, extremo éste que asimismo se está aún investigando.
De acuerdo con el comunicado de la Fiscalía, se cree que el tunecino «consideraba la posibilidad de fabricar un artefacto explosivo» con esos materiales y hay «indicios de sospecha» de que preparaba un «ataque grave» contra la seguridad nacional.
Sief Allah H. fue detenido la semana pasada por unidades especiales de la policía en su vivienda de Colonia tras recibirse un aviso de que el hombre había encargado una gran cantidad de sustancias tóxicas peligrosas.
Según las investigaciones en curso, el sospechoso había comenzado a mediados de mayo de este año a adquirir el equipamiento y las sustancias necesarias para la obtención de ricina, en particular mil semillas de ricino y un molinillo de café eléctrico que compró a través de internet.
A principios de junio logró su objetivo de fabricar ricina, que quedó confiscada por las fuerzas de seguridad en el registro de la vivienda.
El Instituto Robert Koch (RKI) de virología de Berlín cataloga la fácilmente disponible planta de «ricinus communis» o ricino como «potencial arma biológica».
La Convención sobre Armas Químicas del 19 de abril de 1997 impone una limitación a su comercio y uso como sustancia pura que no afecta a su empleo en trabajos de investigación y con fines médicos y farmacéuticos, que requiere, no obstante, del correspondiente permiso.
Una intoxicación por ricina, catalogada además como arma de guerra, puede causar entre otros síntomas insuficiencia renal y hepática e incluso un fallo múltiple de órganos con resultado de muerte a las 36 a 48 horas.

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