Consejos vendo, que para mí no tengo: la Santa Sede, ardiente partidaria de las políticas de fronteras abiertas para el resto Occidente, acaba de publicar un decreto endureciendo las penas para quienes entren en el recinto sin el debido permiso.
Con la nueva normativa, la Ciudad del Vaticano, el único Estado del mundo completamente circundado por un muro, endureció recientemente las sanciones contra las entradas ilegales a su territorio, incluyendo penas de prisión y multa de hasta 25.000 euros.
Mientras se prepara para recibir a millones de visitantes durante el año jubilar de 2025, la gobernación del Estado ha anunciado nuevas sanciones relativas a las entradas ilegales en su territorio. Este decreto aumenta las penas para este tipo de delitos, según la prensa italiana.
Cualquiera que desee entrar en el territorio, incluso para visitar la farmacia internacional popular entre los turistas, debe obtener un «permiso» de la oficina de aduanas del Vaticano. A partir de ahora, quienes incumplan esta norma se arriesgan a una pena de prisión de uno a cuatro años, así como a una multa de 10.000 a 25.000 euros.
«Cualquiera que entre en el territorio del Estado de la Ciudad del Vaticano mediante violencia, amenaza o engaño quedará afectado», afirmó la gobernación. También se prevén circunstancias agravantes si el delito se comete «utilizando armas de fuego» o «instrumentos ofensivos», añade el texto. O incluso si el infractor conduce un vehículo y fuerza el control fronterizo.