«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Asistieron más de 35 jefes de Estado y de Gobierno a París

España, el único país sin representación institucional en la inauguración de Notre Dame

Pedro Sánchez junto a los ministros del Gobierno. Europa Press

Ni el Rey Felipe VI ni el Gobierno de Pedro Sánchez, a través de la figura de Ernest Urtasun, estuvieron presentes en la histórica reapertura de la catedral de Notre Dame. Esta decisión ha generado sorpresa y numerosas críticas, considerando que España, país católico, debía estar presente por la importancia cultural y simbólica del evento, que reunió a más de 35 jefes de Estado y de Gobierno en París. Urtasun, conocido por sus posturas comunistas y su rechazo hacia la Iglesia Católica, ha optado por asistir en su lugar a un espectáculo circense en IFEMA, Madrid.

La ausencia española contrasta con la presencia de líderes de todo el mundo, incluidos Donald Trump, como presidente electo de los Estados Unidos, y el príncipe Guillermo de Inglaterra, quienes se sumarán a otros dirigentes internacionales como el canciller alemán Olaf Scholz y los reyes belgas Felipe y Matilde. El evento trasciende lo religioso para convertirse en un símbolo de resiliencia cultural y restauración europea.

Fuentes de Moncloa han confirmado que no habrá representación oficial española en el evento, una decisión que ha planteado interrogantes sobre la visibilidad y relevancia de España en el ámbito internacional. Este desinterés por un acto de tal magnitud ha sido criticado por su impacto en la proyección cultural del país, especialmente en un contexto donde la presencia de figuras internacionales es crucial.

Entre las ausencias más notables también destaca la del papa Francisco, quien ha enviado una carta para ser leída al término de la ceremonia. Además, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, canceló su asistencia a última hora, lo que no ha disminuido el peso simbólico del acto, que sigue atrayendo a las altas esferas de las naciones occidentales.

Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha sido elogiado por el éxito del proyecto de restauración de Notre Dame. Donald Trump, invitado en calidad de presidente electo, expresó en la red Truth Social: «El presidente Macron ha hecho un trabajo maravilloso para garantizar que Notre Dame haya sido restaurada a su máximo nivel de gloria y aún más. ¡Será un día muy especial para todos!». Aunque la invitación a Trump generó cierto debate al no ser un jefe de Estado en ejercicio, el Elíseo defendió la decisión como algo normal en las relaciones bilaterales con «una gran nación amiga».

El evento contó además con la participación de figuras clave como el presidente italiano Sergio Mattarella y la primera dama saliente de Estados Unidos, Jill Biden, quien llegará a París tras una visita privada a Italia. La reapertura de Notre Dame no sólo simboliza la culminación de un proceso de restauración tras el devastador incendio de 2019, sino que reafirma su papel como icono cultural y religioso de Europa.

En contraste, la ausencia de España en un acto de esta envergadura ha sido interpretada por algunos como un desacierto político y cultural, particularmente en un momento donde la diplomacia y la imagen internacional del país deberían jugar un papel más destacado.

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