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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El globalista Soros arremete contra el Gobierno de Orbán

El magnate globalista George Soros

A través de un comunicado su ‘Open Society Foundation’, Soros ha acusado al Ejecutivo magiar de tomarle como cabeza de turco


Si hay un Gobierno que provoca el descontento de las élites globalistas – ya sean éstas políticas, económicas o mediáticas –, ése es del de Viktor Orbán (primer ministro de Hungría). De esta manera, sus políticas en defensa de la familia, la vida y el estado-nación, así como su oposición a la imposición de cuotas de inmigrantes, le han tornado en un verdadero enemigo a batir; en un ente al que se debe criticar por cualquier motivo y con la ferocidad que sea conveniente.
El último en unirse a estas críticas ha sido el magnate George Soros, a quien Orbán ha acusado en repetidas ocasiones de orquestar los movimientos migratorios masivos que están afectando a los países europeos y de tratar dinamitar los estados-nación. Así, a través de un comunicado su ‘Open Society Foundation’, Soros ha asegurado que el Ejecutivo magiar ‘engaña deliberadamente a sus ciudadanos acerca de sus puntos de vista sobre inmigrantes y refugiados’.
En este sentido, ‘Open Society Foundation’ acusa a Orbán de tomar al magnate globalista como cabeza de turco, como chivo expiatorio: ‘Con el sistema sanitario y educativo de Hungría en dificultades y la abundante corrupción, el actual Gobierno ha buscado crear un enemigo externo para distraer a los ciudadanos. El Ejecutivo ha seleccionado a George Soros para este propósito’, reza el comunicado.
Sin embargo, lo cierto es que el Gobierno húngaro no necesita desviar la atención del pueblo, ya que la economía del país vive una coyuntura de bonanza y la popularidad de Orbán es, cuando menos, notable. De este modo, los salarios han mejorado desde 2014 de manera sustancial, el paro y los índices de pobreza se han reducido, y lo más probable es que el el actual primer ministro sea reelegido en las próximas elecciones.

¿Cabeza de turco o conspirador?

El portavoz del Gobierno conservador de Hungría, Gergely Gulyas, ha salido al paso de las denuncias de la ‘Open Society Foundation’ y ha negado, en consecuencia, que Soros sea un chivo expiatorio del que se sirve Viktor Orbán: ‘Unos días antes de que se tomara una decisión sobre inmigración en el Parlamento, Soros se reunía con el ponente de la iniciativa, así como con cinco comisarios de la Unión Europea. No es una teoría de la conspiración; lo sucedido nos da algunas pistas’, ha asegurado Gulyas con afán de ilustrar los ardides de que se sirve el magnate para influir en la política europea.
Además, por mucho que ‘Open Society Foundation’ se afane en negarlo, lo cierto es que Soros nunca ha ocultado su propósito de acabar con los Estados-Nación – para cuya consumación ha impulsado los movimientos migratorios masivos – y de construir un Gobierno mundial. Hace unos meses, de esta manera, pronunció las siguientes palabras: ‘Nuestro plan trata la protección de los refugiados como el objetivo y las fronteras nacionales como el obstáculo’.
Por todo ello, sus enemigos son aquellos gobiernos, como el húngaro o el polaco, que se niegan a abrir de par en par sus fronteras y que han manifestado la determinación de preservar la identidad de sus pueblos.

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