En el acalorado debate en torno a la política de asilo en los Países Bajos, los ciudadanos han organizado controles de vehículos en la frontera alemana por iniciativa propia, desafiando abiertamente a las autoridades. La acción tuvo lugar el sábado por la noche en la carretera federal B408, que conecta la localidad alemana de Haren (Baja Sajonia) con el centro de acogida de refugiados en Ter Apel, al norte de los Países Bajos.
Vestidos con chalecos reflectantes y armados con linternas, un grupo de alrededor de una docena de hombres detuvo automóviles en plena vía. Según reportes de medios locales y vídeos difundidos en redes, los participantes justificaban su actuación denunciando la entrada sin control de solicitantes de asilo a territorio neerlandés. «Aquí no se hace nada, así que tomamos cartas en el asunto», ha declarado uno de ellos al periódico De Gelderlander.
La actuación ha provocado una fuerte reacción institucional. Tanto la policía neerlandesa como el ayuntamiento de Westerwolde, municipio fronterizo afectado por los hechos, recordaron que la detención de vehículos en la vía pública está reservada exclusivamente a las fuerzas del orden. «Estas intervenciones son extremadamente peligrosas y totalmente inaceptables», advirtieron en un comunicado conjunto.
El domingo por la noche, el ministro interino de Migración, David van Weel, condenó la iniciativa ciudadana, aunque admitió que la preocupación por la situación migratoria es comprensible. «Necesitamos reducir la presión del sistema de asilo, por eso estamos impulsando controles más estrictos y reformas legislativas», dijo. No obstante, insistió: «No actúen por su cuenta. Dejen que la policía y los cuerpos de seguridad hagan su trabajo. Respeten la ley».
En contraste con el mensaje del gobierno, el líder del Partido por la Libertad (PVV), Geert Wilders, celebró públicamente la acción como un ejemplo a seguir. «Es una iniciativa fantástica», expresó, proponiendo que este tipo de controles se extiendan a lo largo de toda la frontera con Alemania. Incluso se ofreció a participar personalmente en futuras acciones si el Ejecutivo no responde con el despliegue del ejército para asegurar las fronteras.