El jefe de la delegación de VOX en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé, ha mostrado su solidaridad con las víctimas de las inundaciones que han golpeado a varias naciones de Europa Central y del Este, y ha subrayado la necesidad de una mayor cooperación entre Estados soberanos para enfrentar este tipo de catástrofes frente a la «ineficacia» de las instituciones supranacionales.
«Mi solidaridad con todas las víctimas y las naciones afectadas por las inundaciones en Hungría, Austria, Chequia, Alemania, Polonia, Rumanía y Eslovaquia, y mi homenaje a todos los voluntarios», ha declarado el eurodiputado de VOX. «Esta tragedia ha demostrado, una vez más, que la mejor manera de afrontar las urgencias es la cooperación directa entre naciones, sin interferencias de superestructuras de burócratas», ha añadido.
La catástrofe ha afectado gravemente a Hungría y a otras naciones de Europa Central. Las fuertes lluvias han dejado ya un saldo de 21 muertos y han provocado inundaciones masivas, con el río Danubio alcanzando niveles históricos. Ante esta situación, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, canceló su viaje a Estrasburgo, donde iba a participar en una sesión del Parlamento Europeo con motivo de la Presidencia húngara del Consejo, para coordinar personalmente los esfuerzos de emergencia en su país. Hungría ha activado el mecanismo de Respuesta Política Integrada a las Crisis (IPCR), destinado a mejorar la coordinación y la respuesta a nivel supranacional.
Así, Buxadé ha cargado contra las políticas climáticas de la Comisión Europea, argumentando que «ni un euro de los miles de millones que ustedes han dedicado a mitigar el cambio climático ha servido para proteger a las víctimas». Según ha señalado, si esos recursos se hubiesen invertido en infraestructuras clave, como diques y presas, los daños habrían sido menores: «La naturaleza es ingobernable y, de vez en cuando, les recuerda que no son dioses aunque pretendan serlo».
El eurodiputado de VOX también ha criticado criticar la mala gestión hídrica en España, culpando directamente a la ministra socialista —y próxima vicepresidenta de la CE— Teresa Ribera: «Los fanáticos de la Agenda 2030 dicen que no se pueden hacer infraestructuras que lleven el agua de las cuencas excedentarias a las que la necesitan porque daña al planeta», ha concluido.