A principios del mes de mayo, la Oficina Federal para la Protección de la Constitución declaró a Alternativa para Alemania (AfD) partido «extremista» y abrió la puerta a su ilegalización. La agencia federal de inteligencia emitió un extenso informe de 1.117 páginas en el que acusa a la formación de tener «tendencias extremistas de derecha confirmadas». El contenido, que ha sido publicado por Cicero, se estructura como una recopilación de citas públicas, publicaciones en redes sociales y valoraciones sobre declaraciones de miembros del partido, tanto a nivel federal como estatal. Sin embargo, al analizar el material, lo que emerge es una recopilación caótica e ideológica de citas, memes reinterpretados y expresiones que apenas superan la línea de lo anecdótico.
Uno de los ejemplos citados es el de la presidenta de AfD, Alice Weidel, quien en un acto de campaña se refirió al exministro de Economía Robert Habeck como «idiota». La Oficina interpreta estas palabras como una equiparación del Gobierno actual con un régimen totalitario y considera que «contribuyen a la deslegitimación del Estado».
También se hace mención a una entrevista de octubre de 2023 en la que Weidel habló sobre experiencias personales con inmigrantes musulmanes durante su infancia. Según el informe, ese relato podría formar parte de una «narrativa antimusulmana» y estar vinculado a un enfoque ideológico «etnopluralista». La Oficina admite que no se pronuncia sobre la veracidad de los hechos relatados, pero considera que la presentación general degrada colectivamente a ciertos grupos.
El informe incluye asimismo publicaciones del diputado de AfD Klaus Esser, quien citó datos de la Oficina Federal de Policía Criminal (BKA) sobre la desproporción en delitos violentos cometidos por solicitantes de asilo. A pesar de basarse en estadísticas oficiales, la Oficina sostiene que tales afirmaciones atribuyen características delictivas a colectivos en función de su origen, lo que a su juicio vulnera el principio de dignidad humana.
Entre los elementos analizados también figuran memes y símbolos. Se recogen varias publicaciones realizadas en Facebook por miembros y órganos del partido. El presidente de AfD en Sajonia, Jörg Urban, escribió en julio de 2022 que «el objetivo de esta nueva policía lingüística es claro: advertir a los ciudadanos de que están bajo vigilancia». La Oficina interpreta estas palabras como una equiparación con los métodos de la RDA.
Otro ejemplo citado es una publicación del diputado berlinés Gunnar Lindemann, quien en diciembre de 2022 denunció que SPD, Verdes y La Izquierda «inundan Berlín de refugiados«, acompañando su mensaje con una imagen de una ola gigante. «La ola representada en el gráfico es de proporciones tan gigantescas que, aparentemente, podría provocar la destrucción total de la ciudad de Berlín en muy poco tiempo. Esta imagen claramente pretende presentar la migración como la amenaza definitiva y, por lo tanto, es probable que evoque miedo y hostilidad hacia los inmigrantes», consideró la Oficina. Asimismo, se menciona una entrada de AfD del 18 de octubre de 2023 que reclamaba «remigración» como solución al antisemitismo y a la violencia callejera. La publicación iba acompañada de un gráfico con aviones y la imagen del conocido meme Pepe la rana. Aunque es un personaje popular de la cultura de internet sin una afiliación política concreta, la Oficina lo asocia a la derecha por haber sido empleado en determinados contextos en Estados Unidos, y lo incluye como supuesto indicio ideológico.

El lema «Alicia para Alemania«, en alusión a Alice Weidel, es otro de los ejemplos destacados. La Oficina considera que esta fórmula deriva del eslogan nacionalsocialista «Todo por Alemania» y critica su uso en actos del partido. Aunque el nuevo eslogan no reproduce literalmente el original, se le atribuye un paralelismo fonético y una intención provocadora.
El informe recoge además referencias indirectas al Gran Reinicio o menciones a figuras como George Soros y Bill Gates. A pesar de que Gates no es judío, se argumenta que su inclusión en este tipo de discursos podría enmarcarse dentro de códigos considerados antisemitas, según la Oficina.
El documento examina una amplia gama de declaraciones y materiales públicos del partido, muchos de los cuales se basan en opiniones, comparaciones históricas o imágenes simbólicas. Su publicación ha reavivado el debate sobre los criterios utilizados por la Oficina Federal para clasificar como extremista el discurso político y sobre los límites entre crítica legítima, libertad de expresión e inconstitucionalidad.