«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
LA FORMACIÓN ALCANZA EL 16% DE VOTO EN LOS SONDEOS

La izquierda alemana pide la ilegalización de AfD ante su subida en las encuestas

Concentración de Alternativa para Alemania (AfD). Reuters

Un consuelo para los votantes españoles: eso del «cordón sanitario» en torno a los «partidos populistas» en ascenso no es una actitud antidemocrática exclusiva de aquí, sino la tónica general en los países de nuestro entorno.

En Alemania, en concreto, miembros del partido socialdemócrata, el SPD y de La Izquierda (Die Linke) ya han solicitado que se prohíba a Alternative für Deutschland (Alternativa para Alemania), los soberanistas que no paran de subir en las encuestas de intención de voto. Cómo se compadece la democracia con la prohibición de uno de los mayores partidos del país es algo que nadie sabría explicar, pero la tendencia es preocupante.

La diputada del parlamento de Turingia por el SPD Dorothea Marx es una de las políticas que ha pedido públicamente que se disuelva la AfD. «Ya va siendo hora», declaró a la agencia de noticias DPA. Y hay que hacerlo deprisa, añadió la diputada. Marx considera natural que su estado tome medidas contra AfD, ya vigilada con lupa por varias secciones de la Oficina para la Protección de la Constitución. «El paso siguiente sería abrir un proceso de prohibición«, añadió Marx. «El odio y la agitación de AfD ya no deben ampararse en la libertad de expresión democrática». El «odio», ya saben, es un término elástico como un chicle, pero solo funciona hacia un lado, siempre el mismo.

AfD está ya sometida a continuo escrutinio, lo que le hace muy difícil operar normalmente, algo similar al proceso de acoso que entorpeció el mandato de Donald Trump en Estados Unidos. La poderosa Oficina para la Protección de la Constitución ha calificado de «presunta amenaza» al partido soberanista, lo que permite a los agentes leer correos electrónicos y escuchar llamadas telefónicas de miembros sin una orden judicial. Es como participar en una carrera con una pierna atada a la otra.

La dirección de AfD lleva tiempo advirtiendo que la coalición izquierdista que gobierna Alemania tiene en mente dejarles fuera de juego. Con el partido subiendo al 16% en las encuestas, el nivel más alto de su historia, a muchos de sus partidos rivales les gustaría eliminarlos por completo del panorama político.

Marx no está sola. Ha recibido el apoyo de su colega de Die Linke, Katharina König-Preuss, conocida por sus conexiones con Antifa, una organización violenta que en cualquier sociedad normal tendría todas las papeletas para ser perseguida, esta sí. König-Preuss está convencida de que la presión puede contribuir a «privar a AfD de fondos estatales».

Además, asustó la diputada, prohibir a la formación soberanista «puede ayudar a desarmar a los miembros de AfD más rápidamente». «Conocemos de buena tinta que hay una cincuentena de militantes de AfD armados en el estado». Y, siendo Alemania y siendo la izquierda, no faltó la referencia a los nazis, asegurando que AfD está «luchando contra la dignidad humana, el principio de la democracia y el estado de derecho tanto como el partido de Adolf Hitler».

Por supuesto, da exactamente igual lo que alegue de verdad el partido acusado de todos los males. AfD ha argumentado que nadie en el partido ha abogado nunca por principios antidemocráticos. De hecho, hay evidencia de que el partido quiere fortalecer la democracia introduciendo la práctica del referéndum al estilo suizo, lo que permitiría a los ciudadanos votar sobre temas específicos, algo que ahora solo está permitido en algunos estados como Berlín.

TEMAS |
+ en
.
Fondo newsletter