A pocas semanas de las elecciones programadas para el 23 de febrero, la política alemana ha recibido un inesperado giro con la invitación del magnate Elon Musk a la líder patriota de AfD a su plataforma (X) para llevar a cabo una entrevista. En esta ocasión, Musk entrevistó a Alice Weidel, líder del partido Alternativa para Alemania (AfD), provocando un terremoto político similar al que causó en Estados Unidos con su apoyo a Donald Trump.
La conversación entre Musk y Weidel no dejó lugar a dudas sobre sus posturas. Ambos se mostraron contundentemente críticos con las políticas actuales en Alemania, en especial con el abandono de la energía nuclear y la imposición de medidas ecológicas que, según ellos, han perjudicado a la industria alemana. Musk calificó de «necio» al ex canciller Olaf Scholz y declaró que «la AfD es el único partido que puede rescatar a Alemania».
En el plano económico, Weidel denunció que Alemania se enfrenta a una crisis de liderazgo desde hace 25 años, señalando a Angela Merkel como responsable de una «catástrofe» por su gestión migratoria y políticas verdes. «Un país industrial como el nuestro no puede depender exclusivamente del sol o del viento», sentenció Weidel, enfatizando la necesidad de regresar a un enfoque basado en la meritocracia y el impulso empresarial.
El magnate sudafricano respaldó estas declaraciones, criticando el sistema educativo alemán y describiendo a las escuelas como «centros de propaganda». Weidel añadió que la juventud alemana está siendo abandonada por el sistema, mientras que los altos impuestos asfixian tanto a las empresas como a los ciudadanos sin ofrecer seguridad ni educación de calidad.
La cuestión de la inmigración, piedra angular del discurso de la AfD, también dominó la conversación. Weidel denunció que la inmigración ilegal está «destruyendo Alemania», criticando la falta de acción por parte del gobierno y la actitud de los recién llegados. Musk, por su parte, trazó paralelismos con la situación en California, describiendo lo que él considera una ausencia de consecuencias legales para los delitos en el estado estadounidense.
Intentando alejarse de las comparaciones con Adolf Hitler, Weidel no dudó en calificarlo como un «comunista antisemita socialista», subrayando que su partido busca «liberar a las personas» en lugar de oprimirlas. En cuanto a política exterior, abordó el complejo papel de Alemania respecto a Israel, admitiendo que no ve «una solución sencilla» al conflicto actual, pero insistió en la responsabilidad histórica de Alemania de proteger al pueblo judío. Musk, en cambio, sostuvo que «no queda otra opción que eliminar a quienes buscan destruir el Estado de Israel».
La entrevista, que Weidel describió como «un espacio para expresarse libremente en el marco de la democracia», dejó una clara impresión de su intención de posicionarse como el cambio que Alemania necesita. Musk cerró la charla con una declaración contundente: «Sólo la AfD puede salvar a Alemania. Fin de la historia».
Esta aparición de Musk podría ser un punto de inflexión en la política alemana, como ya lo fue en otras latitudes. Weidel, como antes hizo Giorgia Meloni en Italia, parece dispuesta a subirse a la ola de la derecha soberanista que cada vez gana más adeptos en Europa.