La esposa de Éric Comyn, un gendarme asesinado hace tan sólo dos días en Mougins (Francia) por un conductor extranjero (de Cabo Verde) y reincidente al que no se habían atrevido a deportar desde las instituciones, ha sido muy dura contra la clase política en sus primeras declaraciones a los medios de comunicación.
«Lo afirmo alto y claro: Francia mató a mi marido. (…) Por su laxitud, por su insuficiencia y su exceso de tolerancia. Francia mató a mi marido. ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Por qué este hombre reincidente puede moverse libremente? ¿Cuándo abrirán realmente los ojos nuestros políticos? ¿Tienen que verse directamente afectados para actuar?«, ha asegurado.
Como era de esperar, las turbas izquierdistas e inmigrantes ilegales han salido en tromba a través de las redes sociales (especialmente X) a amenazar a esta mujer que acaba de quedarse viuda: «Espero que esta cerda también muera» o incluso «Era una familia de grandes tontos, sin piedad», «ACAB incluye a sus viejas», «Francia debería exiliarte a una isla con cáncer de estómago», se ha llegado a leer.
La muerte de Eric Comyn y las declaraciones de su esposa provocaron fuertes reacciones en la clase política. Marine Le Pen reiteró su llamamiento a “actuar con rigor implacable contra quienes atentan contra la vida de agentes de policía y gendarmes”. Por su parte, Jordan Bardella , presidente de la Agrupación Nacional , denunció la “caída en el caos” que atraviesa Francia. Apoyó los comentarios de la viuda pidiendo la expulsión de los delincuentes y criminales extranjeros y el fortalecimiento de las sanciones legales.