Las fuerzas de seguridad del Reino Unido han decidido mantener su política de registros corporales según la «identidad de género», ignorando el fallo del Tribunal Supremo que reafirma que el sexo biológico debe prevalecer.
La sentencia histórica del Supremo británico, emitida el pasado 17 de abril, confirmó lo que la ciencia y el sentido común sostienen: el sexo no es una construcción, sino una realidad biológica. Sin embargo, lejos de rectificar sus prácticas, las fuerzas policiales británicas han optado por mantener el criterio ideológico.
La jefa de policía responsable de diversidad del Consejo Nacional de Jefes de Policía (NPCC), Rachel Swann, aseguró tras el fallo que «acogen con agrado la claridad» del tribunal, pero también que «no se apresurarán a responder». En otras palabras: las mujeres detenidas podrán seguir siendo registradas por varones que se identifican como mujeres.
Desde el NPCC afirmaron que, en ausencia de una guía nacional, cada fuerza territorial tomará decisiones «caso por caso«.
Fuerzas como las de Sussex, Merseyside, Northumbria y Surrey han confirmado que agentes trans seguirán registrando a detenidos de acuerdo con su identidad de género, aunque no compartan su sexo biológico. Todas ellas afirman estar «revisando sus políticas locales», pero no han implementado ningún cambio efectivo.
Las comunicaciones internas revelan una falta total de urgencia. La jefa Swann agradeció la «paciencia» de los mandos policiales y justificó la inacción asegurando que es necesario «tiempo para considerar todas las implicaciones de la decisión del tribunal».
Al mismo tiempo, los altos cargos han priorizado el apoyo al personal trans, recomendando incluso a Mermaids, una ONG investigada por distribuir fajas de compresión a menores sin el consentimiento de sus padres, como recurso para las familias de los agentes.
En cambio, las funcionarias que han expresado preocupación por esta política denuncian haber sido ignoradas. Una agente describió los mensajes internos como «una señal clara de que las mujeres no importamos en absoluto».
En enero de 2024, el NPCC retiró unas directrices que permitían los registros según la autoidentificación. Lo hizo tras la presión de colectivos feministas que denunciaban la vulneración de la Ley de Policía y Pruebas Penales de 1984, que prohíbe expresamente los registros íntimos entre personas del sexo opuesto. A pesar de ello, y de l decisión del Supremo, muchas fuerzas siguen operando bajo criterios ideológicos.
