«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Le acusaron de realizar en el pasado «comentarios racistas y de extrema derecha»

La radio pública belga emitió el discurso inaugural de Trump en diferido para «poder analizar declaraciones políticamente peligrosas»

El presidente Donald Trump pronuncia su discurso inaugural. Redes Sociales

La radiotelevisión pública francófona de Bélgica, RTBF, decidió emitir el discurso de investidura de Donald Trump con un retraso de varios minutos, una medida que justificaron como necesaria para analizar posibles «declaraciones políticamente peligrosas». Esta práctica forma parte del «cordón sanitario mediático» impuesto en el país contra líderes patriotas desde hace años.

Aurélie Didier, directora editorial adjunta de información en RTBF, defendió esta decisión, argumentando que el expresidente estadounidense había realizado en el pasado «comentarios racistas, xenófobos y de extrema derecha», así como declaraciones «que incitaban al odio». Según Didier, esta estrategia, vigente desde hace décadas en la televisión pública belga, evita la normalización de este tipo de discursos.

El cordón sanitario tiene una aplicación específica en Bélgica, distinta de la que se practica en Francia. En el contexto belga, esta medida se introdujo en 1989 tras el ascenso electoral del partido Vlaams Blok (actual Vlaams Belang), con el objetivo de excluir a formaciones consideradas «antidemocráticas o discriminatorias» de los debates y retransmisiones en directo. No obstante, esta política ha sido criticada por su falta de claridad, ya que, como señala el exsenador Alain Destexhe, «el término extrema derecha parece abarcar cualquier crítica a la inmigración masiva, al islam o al cambio climático», sin una definición jurídica concreta.

La decisión de RTBF de aplicar este retraso en la retransmisión del discurso de Trump ha dividido a la opinión pública. La Asociación de Periodistas de la Cadena calificó la medida como «inexacta, ignorante e insultante», mientras que figuras políticas como Jacqueline Galant, ministra de Medios de Comunicación de la Comunidad Francófona de Bélgica, expresaron su rechazo. Galant anunció en el Parlamento su intención de cuestionar a RTBF sobre una práctica que considera «carente de sentido e ineficaz», ya que el discurso podía seguirse en directo en otras cadenas francófonas.

Desde el Movimiento Reformador (MR), un partido político conservador, también se cuestionó la persistencia del cordón sanitario en los medios. El diputado Georges-Louis Bouchez, conocido por su defensa de la pluralidad en los medios y la educación belga, criticó esta política, argumentando que «refuerza el monopolio ideológico de la izquierda» en la esfera pública francófona.

La prensa belga, mayoritariamente alineada con posiciones progresistas, también ha mostrado una postura hostil hacia Donald Trump. Un claro ejemplo de esta actitud fue el titular del periódico Le Soir, que llegó a calificar al expresidente estadounidense como «el primer criminal en la Casa Blanca».

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