El comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, Thierry Breton, anunció el pasado lunes, días después del discurso de Elon Musk en el acto de Fratelli d’Italia, el inicio de un procedimiento para sancionar a la red social X. Así, señaló que la red social es «sospechosa» de incumplir sus obligaciones «para contrarrestar el contenido ilegal y la desinformación», y denunció supuestos incumplimientos en materia de transparencia.
El exministro francés de Economía con Jacques Chirac fue elegido como comisario en noviembre de 2019. Con 12 votos a favor y 11 en contra los diputados de la comisión de Asuntos Jurídicos consideraron que su perfil no presentaba un conflicto de intereses, aunque es voz pópuli que ha jugado —y sigue jugando— un papel clave para ayudar al Gobierno francés y a las grandes empresas francesas.
Thierry Breton, que ahora busca acabar con la libertad en la red social «X» antes de las elecciones europeas, dirigió el grupo ATOS, la empresa de tecnologías de la información líder en ciberseguridad y supercomputación, desde el año 2008 hasta octubre de 2019. Siendo él CEO, la multinacional francesa obtuvo numerosos contratos públicos europeos.
ATOS fue elegida en 2016 —junto a Accenture y Safran— para un mercado de sistemas de información para la tramitación de solicitudes de visados Schengen. En 2017, fue una de las empresas seleccionadas para el proyecto europeo de un sistema automatizado de control de fronteras. Asimismo, en 2018 la Comisión Europea le volvió a pedir dos misiones de desarrollo de computación cuántica.
Las instituciones europeas son una importante fuente de financiación para la compañía. Sólo en el año 2018 recibió más de 106 millones de euros en fondos de la Comisión Europea y sus agencias para contratos de desarrollo de redes 5G, inteligencia artificial, ciberseguridad, proyectos de seguridad financiera, etc.
Sobre el comisario también vuela la polémica con la filial de ATOS, Amesys, que fue cuestionada por el software que vendía a regímenes autoritarios como el de Muamar el Gadafi en Libia o el de Zine El Abidine Ben Ali en Túnez para vigilar a sus opositores.
Antes de ser ministro de Economía en Francia fue presidente y director ejecutivo de France Telecom (2002-2005), que se convirtió en Orange tras el proceso de privatización y de la que hoy es presidente honorario. La reestructuración asociada a la privatización provocó una gran crisis social en la empresa que conllevó decenas de suicidios, circunstancia por la que el sucesor de Breton al frente de France Télécom, Didier Lombard, y sus adjuntos fueron juzgados y condenados en 2022 por «acoso moral institucional».
Su nombramiento como comisario estuvo envuelto en polémica por los conflictos de intereses. Su llegada se realizó sin periodo de transición: pasó directamente desde ATOS a la Comisión Europea. Además, la persona responsable de las relaciones públicas de ATOS se convirtió en su asesor de comunicación. Durante la última legislatura, ATOS logró más de 20 reuniones lobistas con altos funcionarios de la Comisión Europea.
Thierry Breton sigue en contacto con ATOS dado que en los registros consta que se reunió dos veces —el 16 de diciembre de 2020 y el 7 de mayo de 2021— con un grupo de empresas en el que se incluían representantes de la compañía francesa con el fin de discutir la creación de una alianza industrial para pagarles millones de euros en subvenciones públicas para sus actividades de investigación.