Las elecciones locales celebradas el jueves en Inglaterra han confirmado las tendencias que ya venían anticipando los sondeos y han marcado un claro retroceso para el Partido Conservador, que se enfrentaba por primera vez a las urnas desde la llegada a Downing Street del actual primer ministro, Rishi Sunak, cauto en su primera reacción.
En juego están 230 consejos locales, y ya con una cuarta parte de ellos confirmados la balanza se inclina claramente en favor de los laboristas e incluso de los liberaldemócratas. La oposición ha mantenido plazas clave como Mánchester y ha sumado varias más frente a unos ‘tories’ que ya a primera hora de este viernes habían perdido al menos diez consejos, entre ellos Plymouth, Stoke-on-Trent y Medway.
Sunak se ha confesado «decepcionado» por los resultados preliminares, pero ha afirmado que «aún es pronto» para extraer conclusiones generales, según la BBC. Menos comedido se ha mostrado el líder laborista, Keir Starmer, que ha viajado a Medway, en el condado de Kent, para celebrar junto a activistas locales la victoria y proclamar que, «por supuesto», esta jornada electoral marca un primer paso hacia la victoria en las próximas generales.
Por su parte, el líder del Partido Liberal Demócrata, Ed Davey, ha defendido que su formación es «la gran ganadora de las elecciones locales» y ha presumido especialmente de sus victorias en Windsor y Maidenhead.
Los comicios del jueves marcaron también un hito porque, por primera vez en Inglaterra, era necesario presentar un documento identificativo con fotografía para poder ejercer el derecho de sufragio. La Comisión Electoral ha admitido que esto supuso que, «lamentablemente», hubo gente que «no pudo votar».