Los diputados verdes en el Parlamento regional de Berlín reaccionaron con hilaridad a la muerte por apuñalamiento de un policía a manos de un inmigrante afgano en Mannheim, aunque sea difícil determinar dónde le ven la gracia.
Armaron un considerable revuelo en el Parlamento estatal los diputados verdes, que gobiernan a escala federal junto a socialdemócratas y liberales, después de abuchear y reír durante un debate sobre el ataque con cuchillo islamista en Mannheim en el que resultó asesinado un oficial de Policía.
Al abrir el debate, la senadora del Interior del estado, la socialista Iris Spanger, comenzó diciendo: «La terrible muerte de Mannheim nos muestra…», a lo que un miembro del grupo de los Verdes alemanes interrumpió: «¿Mannheim está muerta?».
El comentario fue seguido por risas visibles en la cámara por parte de sus compañeros de partido.
El ministro de izquierdas acalló los abucheos y dijo a la facción de los Verdes alemanes: «Yo no me reiría de eso (…). Espero que otros miembros del Grupo Verde estén de acuerdo conmigo en que la seguridad de las fuerzas de seguridad es lo primero cuando se producen ataques con cuchillo como este».
La respuesta de Spanger provocó un aplauso de otros parlamentarios estatales en la cámara.
El comportamiento irrespetuoso también quedó registrado en el acta oficial de la sesión parlamentaria, en la que se decía: «Llamada de los Verdes: ¿Mannheim está muerta? – Risas de los Verdes». Más tarde se reveló que el autor del comentario ofensivo era Tuba Bozkurt, un legislador de los Verdes alemán nacido en Alemania de inmigrantes turcos de segunda generación.
