«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La medida busca crear un entorno más concentrado y libre de distracciones en las escuelas

El Gobierno de Meloni prohibirá los móviles en las aulas a los estudiantes de primaria y secundaria a partir del próximo curso

Giorgia Meloni -EP

Giuseppe Valditara, el Ministro de Educación y Mérito del Gobierno de Giorgia Meloni, ha anunciado la firma de una nueva normativa que prohibirá completamente el uso de teléfonos móviles en las clases de primaria y secundaria a partir del próximo curso escolar. Esta medida ha sido muy esperada y finalmente se implementará con el objetivo de mejorar el entorno educativo a los más jóvenes.

Ha expresado su firme convicción de que «no se puede impartir una buena educación con un teléfono móvil hasta la secundaria». Esta prohibición no afectará al uso de tabletas o computadoras, que podrán seguir utilizándose en el aula bajo la estricta supervisión de los profesores y con un fin exclusivamente educativo.

Con esta nueva normativa, se pretende fomentar el uso de dispositivos más orientados al aprendizaje, asegurando que los estudiantes se beneficien de herramientas tecnológicas adecuadas para su desarrollo educativo. La medida busca crear un entorno más concentrado y libre de distracciones en las escuelas.

En la actualidad, el 90% de los estudiantes de secundaria y primaria dijeron que en su institución ya existe algún tipo de regulación sobre el uso de teléfonos móviles. Solo el 3% está libre de toda restricción, por lo que pueden mantener el dispositivo encendido (obviamente sin poder usarlo durante las clases). El resto de los estudiantes (un 10% más) solo han recibido instrucciones «orales» hasta ahora. Estas, inevitablemente, se traducirán en regulaciones escritas.

Además, hasta 3 de cada 4 estudiantes parecen tener entre sus requisitos el no usar el teléfono inteligente durante las clases: más de la mitad (58%) dice que debe guardarse durante toda la duración de las clases, dejándolo colocado en la mochila o el bolso; el 15% dice que debe depositarse a la entrada.

Con las prohibiciones, también disminuirá el uso «privado» del teléfono. Asimismo, la ofensiva iniciada de forma independiente por las instituciones parece tener sus frutos también desde el punto de vista «educativo». Y es que, con la introducción de la normativa en algunos colegios, el número de estudiantes que usa el teléfono en secreto, distrayéndose de las clases, se ha reducido significativamente. Como resultado, los niños y jóvenes entrevistados revelaron que en más del 80% de las clases solo quedaba una pequeña minoría evadiendo la prohibición.

De momento, han descartado la posibilidad de prohibir llevar teléfonos móviles a las escuelas, medida que no podrían tomar desde los institutos. Un hecho que también se refleja en un uso más «relajado» de los dispositivos con fines privados: en más de la mitad de las clases (54%), según las encuestas de secundaria superior, una buena parte de los estudiantes usa teléfonos móviles tranquilamente para su ocio, mientras los profesores tienden a hacer la vista gorda.

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