La muerte del Papa Francisco ha abierto la oportunidad para celebrar una cumbre informal de líderes occidentales en Roma en torno al funeral del pontífice. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se ha puesto al frente de los contactos para intentar reunir en la capital italiana a figuras clave como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Trump, que ya ha confirmado su asistencia acompañado por la primera dama, escribió en su red Truth Social: «Melania y yo iremos al funeral del papa Francisco, en Roma. ¡Esperamos estar allí!». Será su primera visita oficial a Europa desde que asumió el cargo, lo que refuerza el interés geopolítico del evento.
Desde Bruselas, la Comisión Europea no ha descartado posibles encuentros políticos aprovechando la ocasión. Según la portavoz Arianna Podestà, la visita de Von der Leyen está «vinculada al funeral», pero «no se puede descartar que se produzcan otros encuentros«, según recoge el Corriere della Sera.
António Costa, como presidente del Consejo Europeo, tiene la capacidad de convocar una cumbre de líderes, y según el Financial Times, ha recibido con buenos ojos la propuesta de Meloni. Von der Leyen, por su parte, es partidaria de celebrar un encuentro una vez concluyan las conversaciones técnicas sobre aranceles, aunque también ve con buenos ojos una primera toma de contacto.
En Roma también estarán el presidente francés Emmanuel Macron, el canciller alemán saliente Olaf Scholz, el secretario general de la ONU António Guterres, y la presidenta del Parlamento Europeo Roberta Metsola. España enviará a los Reyes y a tres ministros, pero Pedro Sánchez no acudirá. Ni siquiera para un evento de este calibre internacional. En su lugar estarán Félix Bolaños, María Jesús Montero, Yolanda Díaz y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijoo.
El contraste es evidente: mientras líderes de todo el mundo aprovechan la ocasión para reforzar la cooperación transatlántica, el presidente del Gobierno español se ausenta sin explicación oficial.
Meloni, que mantiene una excelente relación con Trump —a quien considera un interlocutor privilegiado—, actúa como puente político entre Europa y Washington. Trump, en su reciente visita a la Casa Blanca de Meloni, no descartó «un acuerdo comercial al cien por cien» con Italia, y calificó a la primera ministra de «gran persona».
En paralelo, el funeral del Papa reunirá también a figuras de otros continentes. Estarán presentes los presidentes Javier Milei (Argentina), Lula da Silva (Brasil) y Volodímir Zelenski (Ucrania). En cambio, ni Vladimir Putin ni Benjamin Netanyahu acudirán, ya que ambos están expuestos a una orden de detención internacional por parte del Tribunal Penal de La Haya.
Por parte del Reino Unido asistirá el primer ministro Keir Starmer, y el heredero al trono, príncipe William, representará al rey Carlos III. Es previsible que, si la gestión de Meloni prospera, este encuentro pueda servir de antesala a una cumbre más formal en junio, cuando Trump visitará La Haya con motivo del encuentro anual de la OTAN.