Orbán ha reflexionado también sobre el carácter pernicioso de los flujos migratorios masivos; flujos que hogaño no benefician sino a los poderes económicos
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, no acostumbra a respetar los dogmas de la corrección política, esa suerte de ideología invertebrada cuyo principal propósito es ocultar la verdad y almibarar la mentira. De este modo, no ha de desconcertarnos que, en una entrevista concedida a un medio de comunicación magiar, haya arremetido cáusticamente contra el plan migratorio de la ONU; plan que, de acuerdo con él, parece una réplica del ideado por el magnate globalista George Soros.
En este sentido, el propio Orbán ha resumido en dos puntos la estrategia migratoria de Naciones Unidas, cuya esencia está plasmada en un artículo escrito por secretario general de ésta, António Guterres, bajo el título La migración puede beneficiar al mundo. ‘Los principios que están siendo formulados abren la posibilidad de sanciones menos duras para los que cruzan las fronteras de los países ilegalmente, y proponen que los Estados aceleren sus procesos administrativos de acogida de inmigrantes y que las ONG´s puedan participar en ellos’, ha aseverado el mandatario húngaro.
El punto que más preocupa al primer ministro magiar es el de las ONG´s, pues es perfectamente consciente de que éstas responden a los intereses de los grandes poderes económicos globales. ‘Hungría ha padecido malas experiencias con estas organizaciones civiles: todas las que lidian con temas de inmigración comen de la mano de Soros (…) Por cierto, lo que sabemos hoy del texto [refiriéndose al plan de la ONU, aun inédito] es que parece una copia del plan de Soros’.
Un fenómeno ‘peligroso’
En este sentido, Orbán, que aún no ha sacado a Hungría del Pacto sobre Migración de la ONU, ha criticado el papel desempeñado por esta organización internacional en los flujos migratorios: ‘La organización supranacional ve como su principal cometido organizar los flujos de población en todo el mundo, cuando lo que debería hacer es alertar de los riesgos inherentes a esto’.
Siguiendo su línea argumental, el mandatario magiar ha reflexionado sobre el carácter pernicioso de los flujos migratorios masivos; flujos que hogaño no benefician sino a la plutocracia, a los poderes económicos: ‘Creemos que éste es un fenómeno peligroso. No recuerdo ningún movimiento masivo de población en la historia de la humanidad que no representara un grave peligro para muchos países… Pero en lugar de advertirnos de esto, la ONU promueve la organización, implementación y simplificación de la migración’, ha señalado Orbán, con evidente indignación.
‘Hay países que, como el nuestro, que creen que el reconocimiento global de la inmigración como derecho humano fundamental es extremadamente peligroso para muchos países’, ha sentenciado.
Cabe apuntar, a este respecto, que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya retiró a su país del Pacto Migratorio de Naciones Unidas. Una decisión sobremanera criticada que el republicano justificó en su momento arguyendo la incompatibilidad de esa institución con la ‘soberanía norteamericana’.
