El primer ministro logra que la Fundación Open Society traslade su sede de Budapest a Berlín.
Viktor Orbán camina paso firme en su plan para eliminar de Hungría todas aquellas corrientes globalistas que pretendes inmiscuirse en el futuro del país y articular sus políticas. Hace unos meses, el primer ministros no tuvo reparos en señalar los peligros de la figura de George Soros para el futuro europeo.
«Es un determinado y exitoso hombre del dinero que se cree un ser superior, pero no se saldrá con la suya. La razón por la que está tan enfadado con Hungría, y conmigo personalmente, es que nos hemos plantado contra su plan», aseguró Orbán.
Uno de los principales objetivos del magnate, que se hizo multimillonario hundiendo la libra esterlina, es propiciar un acuerdo migratorio con la Unión Europea para imponer a los Estados comunitarios la acogida de millones de refugiados.
En 2017, el Gobierno de Orbán aprobó una ley que imponía difíciles condiciones para la permanencia en Hungría de la Universidad Centroeuropea (CEU) de Budapest.
Además, Hungría ha aprobado una legislación que obliga a las ONG, como la propia Fundación, que reciben más de 23.000 euros al año desde el extranjero a registrarse como «organización financiada desde el extranjero».
Está previsto que esa legislación se amplíe pronto con más restricciones, como un impuesto del 25 % a las donaciones que lleguen desde el extranjero.
El pasado día 9, una revista cercana al Gobierno publicó una lista con los nombres de 200 personas que pertenecen a la «red» del magnate estadounidense, a los que ese medio señaló de ser «mercenarios» de Soros contra del Gobierno.
Orbán y su formación Fidesz, miembro del Partido Popular Europeo, ganaron hace dos semanas las elecciones generales con el 49 %, lo que revalida al primer ministro por tercera vez consecutiva en el cargo, con una mayoría de dos tercios en el Parlamento.
Rumbo a Berlín
Ahora la Fundación Open Society del millonario Soros ha decidido trasladar su sede de Budapest a Berlín, según adelanta el diario austríaco «Die Presse». Ese medio asegura que el responsable de la Fundación, Patrick Gaspard, ha anunciado ese traslado de la institución, que tiene sedes también en ciudades como Nueva York y Viena.
El portal informativo húngaro «444.hu», ha señalado que la delegación de la fundación en Budapest dejará de funcionar el 31 de agosto y que, antes de trasladarse a la capital alemana, ejercerá su actividad temporalmente desde Viena.
