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«Es un acto de venganza política»

El Gobierno de Tusk persigue a la oposición: detiene en el palacio presidencial a un exministro del PiS y a su «número dos»

Donald Tusk. Europa Press

El exministro del Interior de Polonia Mariusz Kaminski ha anunciado este miércoles una huelga de hambre en señal de protesta contra su encarcelamiento tras haber sido detenido junto al exviceministro, Maciej Wasik, en el palacio presidencial.

Los dos han sido condenados recientemente a dos años de prisión por supuesto «abuso de poder» cuando se encontraban al frente de la Oficina Central Anticorrupción de Polonia a pesar de que previamente el presidente de Polonia, Andrzej Duda, les había indultado en 2015.

«Trato mi condena por luchar contra la corrupción como un acto de venganza política. Desde mi primer día de encarcelamiento he decidido iniciar una huelga de hambre», ha indicado Kaminski en una misiva dirigida al ministro de Justicia, Adam Bodnar.

Así, ha dicho que es un preso político y ha decidido iniciar una protesta, al tiempo que ha exigido la «puesta en libertad inmediata de todos los miembros de la antigua dirección de la Oficina Central Anticorrupción amparados en el indulto de 2015», según informaciones recogidas por el diario polaco ‘Rzeczpospolita’.

Los dos políticos del Partido Ley y Justicia (PiS) fueron detenidos tras acudir al palacio presidencial, situado en Varsovia, la capital polaca, siguiendo una orden judicial con la vista puesta en que ambos cumplan su condena. «Les informamos de que, de acuerdo con la orden judicial, las personas afectadas por las instrucciones fueron detenidas», confirmó la Policía en un comunicado.

Desde el PiS se ha calificado la actuación policial de «secuestro ilegal y violación de todas las normas democráticas». Así, cientos de políticos y simpatizantes de la formación se han concentrado ante el palacio presidencial al grito de «liberad a los presos políticos», una protesta que se ha propagado a las inmediaciones de la Comisaría en la que se encuentran detenidos los dos exdiputados polacos. «Esta es una amenaza real para nuestra democracia», ha afirmado el ex primer ministro, Mateusz Morawiecki.

Tusk se convirtió en primer ministro pese a perder las elecciones de octubre con una coalición entre populares, socialistas y algunos diputados comunistas.

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