«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
El impacto negativo por inmigrante africano alcanza los 315.000 euros

Un estudio elaborado por un instituto globalista concluye que la inmigración en Países Bajos ha sido negativa en todas las edades

Inmigrantes acceden de forma ilegal a Países Bajos. Redes Sociales

Un informe elaborado por el Instituto de Economía Laboral (IZA) ha revelado que la inmigración ha tenido un impacto fiscal negativo en los Países Bajos desde el año 2016. Este estudio, considerado uno de los más detallados sobre el tema, analiza datos de toda la población diferenciando entre generaciones, regiones de origen y motivos de migración. Los hallazgos destacan que sólo el 20% de los inmigrantes aporta un beneficio neto a las arcas públicas.

El informe señala que los inmigrantes por motivos laborales son los únicos que generan una contribución positiva al presupuesto estatal, mientras que los inmigrantes por estudios, motivos familiares y asilo presentan contribuciones negativas significativas. Los solicitantes de asilo, en particular, generan un impacto fiscal negativo que supera los 400.000 euros por persona en promedio, debido a su baja participación en el mercado laboral y su alta dependencia de las ayudas sociales.

Los investigadores también destacan diferencias sustanciales según la región de origen. Mientras que los inmigrantes procedentes de países occidentales tienden a integrarse mejor y contribuyen positivamente, aquellos provenientes de regiones no occidentales, como África subsahariana y Oriente Medio, generan costes netos elevados para el gobierno neerlandés. En el caso de algunos países del Cuerno de África, el impacto fiscal negativo por persona alcanza los 315.000 euros.

La segunda generación tampoco logra revertir esta tendencia negativa, a pesar de mostrar un rendimiento escolar similar al de los nativos en pruebas estandarizadas. Según el estudio, los ingresos de estos individuos son menores, lo que se traduce en menores contribuciones fiscales y una mayor dependencia de las ayudas públicas.

El informe critica también la falta de investigación previa sobre los efectos económicos de la inmigración en los Países Bajos, señalando que durante años las autoridades evitaron abordar este tema por razones políticas. En este sentido, los autores subrayan la importancia de adoptar una política migratoria basada en datos objetivos, especialmente en un contexto en el que los flujos migratorios siguen siendo un tema de alta relevancia.

En conclusión, el estudio del IZA advierte sobre la necesidad de replantear las políticas de inmigración en los Países Bajos, priorizando la llegada de inmigrantes laborales europeos y revisando los sistemas de ayuda para reducir el impacto fiscal negativo generado por otros grupos migratorios. Este enfoque podría contribuir a equilibrar el presupuesto y garantizar una mayor sostenibilidad económica a largo plazo.

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