Un hospital de Praga se ha disculpado por haber realizado un aborto involuntario, a raíz de la confusión entre dos mujeres asiáticas. La paciente, que acudió al centro médico para una consulta regular de acompañamiento, se vio sorprendida al ser sometida a un curetaje, un procedimiento de interrupción del embarazo, debido a un error por parte del personal del hospital.
De acuerdo con la legislación checa, el aborto es legal hasta las primeras 12 semanas de embarazo, y con indicaciones médicas hasta las 24 semanas en casos de problemas graves. Así, se ha incurrido en otra ilegalidad dado que la mujer se encontraba en la semana 16.
El director del Hospital Bylovka de Praga, Jan Kvacek, ha manifestado ante los medios que «lamentablemente, se trató de un error humano, un fallo humano», expresando su pesar por la confusión «trágica». Asimismo, ha señalado que la paciente tiene «derecho a una compensación».
El vicepresidente de la Orden de Médicos de la República Checa ha mencionado que el incidente, que ha costado la vida de un bebé y ha provocado daños irreversibles en la madre y sus familiares, también se originó por la barrera lingüística: «Una paciente que habla checo probablemente habría resistido activamente a someterse a un procedimiento que no comprende».
Los profesionales involucrados en el proceso han sido suspendidos por el hospital de Praga, que está llevando a cabo una investigación exhaustiva del caso con el objetivo de responsabilizar a los culpables. El Ministerio de Salud de la República Checa ha declarado que se trata de «un error humano imperdonable».
