«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Un exespía sostiene que a partir de los 80 la inteligencia iraní se convirtió en una especie de servicio ruso

Una eurodiputada del partido extremista La Francia Insumisa podría ser una agente de los servicios secretos iraníes

Jean-Luc Mélenchon junto a la eurodiputada Rima Hassan - X

Se acaba de publicar una entrevista realizada a un expolicía reclutado por la inteligencia iraní para infiltrarse en la izquierda francesa en la década de 1980. El hombre, Matthieu Ghadiri, resultó ser un doble agente, los ayatolas no sospechaban que trabajaba para el contraespionaje francés, y su historia es bien apasionante, como corresponde a cualquier historia de espías. Pero lo destacable es que durante la conversación, Ghadiri dio a entender que la eurodiputada Rima Hassan, de la influyente agrupación política «La France Insoumise» (La Francia Insumisa), liderada por el izquierdista chavista y judeófobo Jean-Luc Mélenchon, podría ser una agente de los servicios secretos iraníes.

Rima Hassan es una abogada francesa que obtuvo un escaño en el Parlamento Europeo, siendo la séptima candidata en la lista encabezada por Manon Aubry que obtuvo el 9,89% de los votos en Francia. Nacida en una familia de sólida estirpe comunista, Rima nació en Siria y llegó a Francia con su familia cuando tenía nueve años. Consiguió la ciudadanía francesa en 2010 y obtuvo una maestría en derecho internacional, escribiendo su tesis comparando el apartheid en Sudáfrica e Israel. Forbes la eligió como una de las 40 mujeres más influyentes de Francia en el año 2023. Según Ghadiri, Rima es un personaje ideal para el sistema de inteligencia iraní.

El exespía sostiene que a partir de los años 80, la inteligencia iraní se convirtió en una especie de servicio ruso, adaptado a la mentalidad iraní y que cuando un agente era destinado a una embajada, no se ocupaba de los asuntos del país en el que está destinado. Pero que luego del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), el acuerdo internacional sobre el programa nuclear de Irán establecido en Viena en 2015 entre Irán, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas​ y la Unión Europea, empezaron a interesarse en la injerencia en países extranjeros, y reclutaron agentes de todas las nacionalidades bien integrados en sus países de residencia. Entre estos extranjeros, son particularmente apreciados quienes tienen el potencial de ascender políticamente.

Además de financiar y entrenar a sus organizaciones proxys terroristas como Hamas y Hezbolá, que se han hecho con el control de Gaza y prácticamente del Líbano, la República Islámica invierte fortunas para exportar el Islam chiita a Europa mediante actividades en centros culturales islámicos o ayudando financieramente a asociaciones islámicas pro-palestinas. En locales del Partido Comunista en París ha dado conferencias el abogado Salah Hamouri, que aunque niega vínculos con el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), fue condenado a prisión en 2008 culpable de conspirar para asesinar al ex gran rabino de Israel. Hamouri fue relacionado con varios terroristas del FPLP como Samir Kuntar, un terrorista libanés miembro del FPLP, condenado por el asesinato de un padre y su hija de cuatro años, liberado en 2008 como parte de un intercambio; Ahmad Saadat, o Bilal Odeh. Las conexiones de Salah Hamouri lo convierten en conferenciante estrella de la izquierda francesa, por ejemplo en una conferencia en Valencia  junto a Mathilde Panot, presidenta del grupo LFI en la Asamblea Nacional, el pasado agosto.

Teherán, a través de sus enlaces políticos y culturales en Europa, presiona a las democracias europeas, para que a su vez, presionen a Israel. Así, espacios de la izquierda política acogieron durante años las exposiciones de miembros del movimiento “reformista” iraní, como Mohamad Amjad o Hassan Ferechtian, un clérigo que trabajó en la embajada de la República Islámica de Irán en París. Muchos especialistas han alertado sobre los vínculos entre los reformadores iraníes y la izquierda, en su búsqueda por influir en las universidades y el panorama político occidental. Lo que sugiere el ex espía iraní Matthieu Ghadiri es que esta influencia podría ser un mecanismo de reclutamiento. Según él, Rima Hassan, por sus orígenes y su personalidad, sería considerada “una perla rara” por los servicios iraníes cuyo objetivo sería conseguir representantes en el seno de las instituciones europeas.

En agosto Rima Hassan fue filmada en Ammán, Jordania, durante una manifestación en homenaje a Ismail Haniyeh, el líder de Hamás asesinado el 31 de julio en Teherán. Decenas de diputados denunciaron ante los tribunales a Rima por su participación en el homenaje a Haniyeh, por lo que consideran un apoyo a la organización terrorista Hamás y han pedido que se levante la inmunidad parlamentaria para que se pueda iniciar un proceso contra ella. En julio, el eurodiputado François-Xavier Bellamy presentó una denuncia contra Rima Hassan porque la eurodiputada lo amenazó en su cuenta X: “Por el momento, François-Xavier Bellamy y sus amiguitos, cercanos al régimen genocida israelí, duermen bien por la noche. No va a durar”. En abril, Rima Hassan recibió una citación policial, después de que organizaciones la acusaran de “glorificar el terrorismo” por posteos en las redes sociales. La legisladora ha respondido siempre doblando la apuesta, con total impunidad. La Francia Insumisa se ha negado a calificar a Hamás de grupo terrorista.

En mayo, Rima Hassan asistió al Foro Social Magreb-Mashreq celebrado en Túnez, al que asistieron directivos de la Jihad Islámica Palestina (JIP). Pero más recientemente, tres funcionarios electos de Francia Insumisa mostraron sus relaciones con activistas pro-Hamas, y miembros de organizaciones vinculadas directa o indirectamente con Irán. Dos días antes de la masacre del 7 de octubre de 2023, Thomas Portes, diputado de Francia Insumisa, se reunió con Abu Amir Mutasen Eleiwa, líder de Humani’Terre, la ONG cercana a Hamás, investigada por financiar al terrorismo, asociación criminal terrorista y blanqueo de capitales agravado. El 9 de noviembre de 2023, apenas un mes después de la invasión de Hamás a Israel, la diputada Ersilia Soudais invitó a la activista pro-palestina Mariam Abou Daqqa, miembro del buró político del FPLP, a asistir a la proyección del documental Yallah Gaza en la Asamblea Nacional, 24 horas antes de que Daqqa fuera expulsada por las autoridades francesas a Egipto. Abogados Sin Fronteras presentó una denuncia “por inteligencia con una potencia extranjera” contra Thomas Portes, Ersilia Soudais y Rima Hassan.

A pesar de las evidencias, denuncias y claras amenazas sobre la radicalización que surge de los espacios culturales y universitarios, la Comisión Europea mantuvo en su programa de movilidad para estudiantes europeos Erasmus a la Universidad Islámica de Ciencia y Tecnología de Gaziantep (GIBTU), una universidad pro-Hamás. Esta universidad, aliada de Erdogan, tiene un rector, Şehmus Demir, que rindió homenaje a Haniyeh. Recién cuando las máximas autoridades de la universidad mostraron su descarado apoyo al terrorismo, la Comisión Europea suspendió el acuerdo.

Llamativamente, y como si las sospechas de injerencia iraní no se acumularan en torno a la política francesa, el 24 de octubre se celebrará en París una conferencia en apoyo al Líbano, auspiciada por el presidente Emmanuel Macron, que durante la 19ª Cumbre de la Francofonía, volvió a atacar a Israel pidiendo un alto el fuego incondicional mientras el país hebreo era bombardeado a diario por Hezbolá y criticó la decisión del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por lanzar una operación terrestre de las FDI en el Líbano con el objetivo de defenderse de los ataques. Macron incluso pidió un embargo de armamento contra un país que menos de un año atrás había sido invadido y que se encuentra aún buscando a los rehenes secuestrados por los chacales que se beneficiarían con el embargo.

Macron se aventuró aún más en la infamia y días pasados se atrevió a decir que Israel existía solo por obra y gracia de la ONU. Durante una reunión del Consejo de Ministros, afirmó que el Primer Ministro israelí «no debe olvidar que su país fue creado por una decisión de la ONU».

La, no tan, solapada amenaza de que ONU podría revocar la existencia del Estado de Israel corrió como reguero de pólvora en los medios mundiales y le valió la contestación de las autoridades israelíes, de varios historiadores que señalaron su miseria e ignorancia y del repudio internacional. El Primer Ministro israelí contestó al líder francés: «Un recordatorio al Presidente francés: No fue una decisión de la ONU la que estableció el Estado de Israel, sino la victoria obtenida en la Guerra de Independencia con la sangre de nuestros heroicos combatientes, muchos de los cuales eran sobrevivientes del Holocausto, incluidos del régimen de Vichy en Francia».

Por esta humillación, Macron culpó a los periodistas acreditados en el Elíseo de haber difundido sus declaraciones, aunque jamás las negó. Al final del Consejo Europeo, Macron criticó la «falta de profesionalidad» de periodistas y comentaristas por las «declaraciones manipuladas» sobre Israel que abrieron una dura polémica con Netanyahu. Macron procuró hacer control de daños en una conferencia diciendo: «No hay ambigüedad: Francia siempre ha estado al lado de Israel«.

Se podría decir que “casualmente” (si alguien cree en las casualidades dentro de estos ámbitos), y en simultáneo, en una entrevista concedida a Le Figaro en Ginebra, el presidente del Parlamento iraní, Mohammad Ghalibaf, insinuó que Irán podría negociar con París la aplicación de la resolución 1701 de la ONU, que prevé que solo el ejército libanés puede desplegarse en el sur del país. Esta declaración pondría a Macron de nuevo como árbitro de un conflicto sobre el que ha demostrado una arbitrariedad manifiesta, y esa intervención estaría siendo demandada, nada más y nada menos, que por el tercer hombre más poderoso de Irán.

La resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobada unánimemente el 11 de agosto de 2006, exige un cese total de las hostilidades entre Israel y Hezbolá, que la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (UNIFIL) se despliegue en el sur del Líbano, y el desarme de Hezbolá. Pero contrariamente a lo establecido, la resolución jamás se aplicó, el poderío armamentístico y militar de Hezbolá creció al punto de haber disparado contra el norte de Israel ininterrumpidamente desde que se firmó el acuerdo. La impunidad con la que Hezbolá se ha desplegado en la frontera también ha puesto en el ojo de la tormenta el accionar de los altamente sospechados UNIFIL, dado que se han encontrado túneles y enclaves terroristas a pasos de los puestos de la supuesta fuerza de paz, que a esta altura se sospecha que estarían sirviendo como escudo protector de Hezbolá.

Le Figaro señala que Ghalibaf no admite que Hezbolá no ha respetado la cláusula de la resolución 1701 que exige la retirada más allá del río Litani, ni que, en las incursiones terrestres de las FDI que comenzaron el 1° de octubre, y que tanto criticó Macron, los israelíes descubrieron una cantidad de armas antitanques escondidas en los pueblos fronterizos; justamente lo que tenían que evitar los miembros de UNIFIL, muchos de los cuales son franceses. La entrevista con Ghalibaf despertó la indignación del Primer Ministro del Líbano, Najib Mikati, que declaró: «Estamos sorprendidos por esta posición, que constituye una injerencia flagrante en los asuntos libaneses y un intento de poner bajo protección al Líbano que rechazamos».

El fantasma colonial se cierne sobre las relaciones entre Líbano y Francia, mientras las relaciones entre Irán y Líbano se reconfiguran conforme se desmorona la estructura de Hezbolá y su omnipoder sobre la política libanesa. Posiblemente, Macron pretenda protagonizar el rediseño de la antigua colonia y recuperar así algo de la dignidad que fue perdiendo progresivamente desde que estalló la guerra en Medio Oriente, durante la cual se dedicó a boicotear a Israel en foros internacionales, en ferias de armamento, en medios y por cualquier otra vía que tuviera al alcance. La pregunta que subyace es si, conforme la élite política francesa es infectada por el imperialismo chiita, es confiable Francia para convertirse en tutor y árbitro de esa titánica tarea. La otra pregunta, tal vez más profunda, es hasta dónde llega la influencia del imperialismo iraní en la estructura política francesa.

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