Por primera vez desde la guerra anglo-española en la que se enfrentaron el catolicismo y el protestantismo en 1585, el número de católicos superará al de protestantes gracias a las nuevas generaciones de británicos. Un estudio reciente ha revelado que los jóvenes del Reino Unido están protagonizando un inesperado resurgir del cristianismo, con una notable inclinación hacia la Iglesia Católica, mientras la Iglesia de Inglaterra sigue perdiendo peso entre los fieles.
El informe, titulado El Renacimiento Silencioso y publicado por la Sociedad Bíblica el 8 de abril, ofrece una radiografía sorprendente de la religiosidad juvenil. Basado en datos recopilados por YouGov entre más de 13.000 personas, el análisis demuestra que la asistencia a los templos ha crecido especialmente entre los menores de 35 años, contradiciendo la extendida idea de que la secularización avanza sin freno en las islas británicas.
Entre los cristianos practicantes de entre 18 y 34 años, el catolicismo lidera con claridad: el 41% de ellos se identifica como católico, frente a sólo un 20% que se declara anglicano. Seis años atrás, el panorama era distinto, con los anglicanos representando el 30% y los católicos apenas un tercio. Las comunidades pentecostales también están experimentando un repunte entre la juventud, representando ya al 18% de los jóvenes que asisten regularmente a los servicios religiosos.
Este cambio de paradigma no sólo se refleja en la afiliación denominacional, sino también en la frecuencia con la que los jóvenes acuden a los lugares de culto. En 2018, sólo un 4% de los británicos entre 18 y 24 años acudía a misa o servicios similares al menos una vez al mes. Para 2024, ese porcentaje se ha cuadruplicado hasta alcanzar el 16%. Entre los jóvenes de 25 a 34 años, la cifra ha pasado del 4% al 13% en el mismo periodo.
De hecho, uno de cada tres jóvenes cristianos encuestados entre los 18 y los 34 años afirma asistir a la iglesia mensualmente. Este segmento se ha convertido ya en el segundo grupo con mayor compromiso religioso, sólo por detrás de los mayores de 65 años, donde el 19% mantiene esa frecuencia de asistencia.