La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado un nuevo paquete de sanciones contra Rusia que incluirán el veto al gasoducto Nord Stream, así como nuevos golpes a los bancos que apoyan su maquinaria bélica y a la flota con la que Moscú trata de eludir las restricciones comerciales. A su llegada a una cumbre de líderes de la Comunidad Política Europea (CPE), ha asegurado que únicamente quiere la paz.
Von der Leyen ha explicado que algunos de los principales elementos de este nuevo paquete serán el veto al gasoducto Nord Stream, más buques en la lista de la «flota fantasma», un nuevo tope más bajo para el crudo y más sanciones al sector financiero ruso, en concreto, a los bancos rusos y a los bancos de terceros países que apoyan la maquinaria bélica rusa.
«Ha llegado el momento de intensificar la presión hasta que Putin esté preparado para la paz», ha incidido la presidenta del Ejecutivo comunitario dos días después de que los Veintisiete hayan aprobado la 17ª ronda de sanciones desde el inicio de la invasión de Ucrania. La líder alemana también ha criticado al presidente ruso por ausentarse de la reunión entre Rusia y Ucrania en Turquía que él mismo propuso.