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«Debemos detener el avance del socialismo»

CPAC México: la poderosa alianza conservadora cobra vida a ambos lados del Atlántico

Eduardo Verástegui, organizador de la CPAC México. Twitter

La Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC: Conservative Political Action Conference), fundada en 1974 en Estados Unidos, es de facto el evento más importante de la derecha conservadora en ese país, y en el mundo.

Cercana al Partido Republicano y ahora a MAGA (Make America Great Again) de Donald Trump, se realizó el 18 y 19 de noviembre por primera vez en la Ciudad de México, en el barrio de Santa Fe, dirigida por Eduardo Verástegui, en coordinación con un amistoso Matt Schlapp y su señora -muy guadalupana- Mercedes Schlapp.

En el evento participaron decenas de figuras del conservadurismo internacional, como Lech Walesa, ex presidente de Polonia; el senador republicano de Estados Unidos, Ted Cruz; Santiago Abascal, líder de Vox; Eduardo Bolsonaro, diputado de Brasil e hijo del presidente Jair Bolsonaro; Steve Bannon, ex estratega de Trump; José Antonio Kast, ex candidato a la presidencia de Chile; Javier Milei, libertario argentino que va por la presidencia en su país; y claro, el propio Donald Trump, quien envió un mensaje para el cierre de las actividades, en el que felicita a Verástegui y reconoce que es muy importante para los conservadores en todo Occidente, reunirse y defender a Dios, la familia y la patria.

Trump también señala que es necesaria la seguridad en nuestras fronteras, y “desmantelar los carteles que violentan a nuestra gente, así como detener la expansión del socialismo”, dice, y añade: “Debemos detener el avance del socialismo, y simplemente no permitirle que continúe arrasando con la región o nuestra tierra. Y debemos reconstruir nuestras economías, para apoyar a nuestros trabajadores y nuestras familias”.

Y cierra: «Tengo confianza en que la gente reunida en CPAC México va a estar en el frente mismo de llevar a cabo esta vital misión, y muy vital es. Gracias CPAC, y gracias de nuevo a Eduardo por tu sobresaliente liderazgo. Es un honor estar con ustedes, y nos veremos pronto».

El icónico Santiago Abascal envió este mensaje en video:

«Quiero saludar a todos los participantes de #CPACMéxico. Lamentablemente, en esta ocasión no he podido acompañaros, pero me gustaría estar cuanto antes de nuevo visitando un país hermano como México, donde siempre nos habéis recibido tan bien. Es muy importante que los conservadores de todo el mundo nos juntemos, trabajemos, hagamos estrategias conjuntas, frente a la ofensiva de socialistas y comunistas, que está terminando con las democracias, con las libertades de las personas, a ambos lados del Atlántico. Es muy importante seguir trabajando juntos, y por eso quiero desearos toda la suerte en la celebración de estas jornadas del CPAC México. Adelante».

Por su parte, el legendario Steve Bannon, advirtió que la izquierda internacional cocina fraudes electorales mediante el voto electrónico, y México no sería la excepción.

«En México, mientras más presionan por el voto electrónico, significa que está siendo organizado para robarle las elecciones a los mexicanos», advirtió, y dijo que esto llevaría a perder la soberanía.

Verástegui se ha ido convirtiendo en un importante referente del conservadurismo mexicano: fue el responsable del programa «Prosperidad Hispana» en la Casa Blanca con Donald Trump (lo cual, además de probar que no hay racismo alguno contra los mexicanos, puso el nombre de México en alto al llegar un nacido en este país a la máxima entidad de poder político en el orbe).

Es un cineasta que privilegia el mensaje humano, de amor y misericordia, de solidaridad, de valores cristianos, por encima del dinero de la industria cinematográfica. Sus películas, por ejemplo, abordan la decisión de no abortar, o el combate a la trata de menores de edad con fines de explotación sexual. Como actor representó al gran Anacleto González Flores, periodista y mártir cristero. Su asociación “Viva México” tiene un perfil humanista. Reza el Rosario sin cobardía en vivo en sus redes sociales, pidiendo por la paz; y ahora trajo la CPAC a México, en donde participé como expositor, presentando mi libro “La Contrarrevolución Cultural frente al marxismo posmoderno”, y coordinando un panel sobre la derecha en México.

Por su parte, Eduardo Bolsonaro, en su exposición desde el “main stage”, y muchos en el auditorio consideraron a Verástegui como una excelente opción ciudadana para ser candidato a la presidencia en 2024, alguien que podría bien representar los valores tradicionales de Occidente, que hoy muy poco representan los partidos políticos, incluyendo el Partido Acción Nacional (PAN).

El PAN, si bien no ha cambiado su axiología, su ideario, sus principios ni su doctrina, (por lo que sigue siendo de inspiración cristiana), en los hechos ha dejado entrar a algunos progresistas que hablan de “lenguaje incluyente”, “masculinidades deconstruídas”, “feminismo”, y otros conceptos realmente tomados no de la Doctrina Social de la Iglesia, sino del marxismo posmoderno, pernicioso y contradictorio en un instituto que debe defender la vida desde la concepción, y la familia natural.

Por esta razón, una de las conclusiones más fuertes del congreso fue que en México urge que se conforme un movimiento conservador, con ideas claras y firmes. Tuve oportunidad de proponer una agenda unificada, que resume las 7 defensas de la contrarrevolución cultural: la defensa de la fe, de la vida, de la familia, la propiedad privada, la patria, las libertades y los derechos universales.

Se debatió si era necesario fundar un nuevo partido político, uno conservador, aunque por ahora, y en al menos dos años más, las reglas electorales no lo permiten. Esto es, en las elecciones presidenciales de 2024, no existiría tal partido.

Por tanto, se concluyó que era legítimo y válido que los líderes conservadores puedan ser lanzados por cualquier partido político (de oposición y aun los oficialistas), con la condición de que promuevan la agenda conservadora.

Es decir, en 2024 podría ser lanzado un bloque de 30 o 40 líderes conservadores, que responda a sus ideales de derecha, esté en las filas que esté. Su lealtad debe estar con el movimiento conservador que lo promueve. Los partidos podrían aceptar esto, porque por supuesto necesitan el voto de muchos sectores conservadores. Todo esto es una estrategia de crecimiento, ante las condiciones actuales.

Por su parte el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no dejó pasar la oportunidad de criticar que la CPAC México era una reunión de gente racista, clasista, corrupta, sin escrúpulos y violenta.

A ello no pocos de los expositores dimos respuesta. ‘No somos racistas, ni clasistas, pero sí somos de derecha; el presidente López Obrador se basa en prejuicios. Somos defensores de la vida, de la familia y de los derechos universales’,

Eduardo Verástegui dio su punto de vista en el escenario del CPAC: «En México, el socialismo autoritario del presidente López Obrador está haciendo todo lo posible para socavar nuestra democracia y nuestra economía. Y trabaja para imponer una agenda cultural de extrema izquierda, que atenta contra el derecho a la vida, la familia, la libertad religiosa y los valores más básicos de nuestro pueblo. Tan feroz es su ataque a nuestra cultura y tradiciones, que su partido… ¡hasta quiere cancelar una de las expresiones culturales más importantes de nuestro pueblo: los nacimientos navideños ¡Y no falta el legislador oficialista que pretende reinterpretar la biblia!».

Quizás inspirado en el discurso de odio de AMLO, un grupo de 50 personas con camisetas de Marx, banderas comunistas, y LGBT, y banderas de Cuba y Venezuela, fueron a protestar al hotel sede del CPAC. Portaron carteles que decían «Fuera escoria, fascistas». Y corearon: «¡Alerta, alerta, alerta que camina, la lucha antifascista por América Latina!»

La presencia del veterano de inteligencia naval norteamericano Jack Posobiec no pasó desapercibida. Fue de lo mejor. Identificó a la lucha contra el socialismo como una “guerra espiritual”, una entre el bien y el mal. Dijo que a los cárteles había que destruirlos, costara lo que costara… Y finalizó con algo que a la gente le encantó y le aplaudió de pie: una plegaria a San Miguel Arcángel, pidiendo protección en la batalla contra el mal.

La activista Abby Johnson fue durísima contra el crimen del aborto: dijo que Planned Parenthood, donde laboró antes, en México ha hecho grandes esfuerzos para alargar el número de semanas en que se puede abortar legalmente.

El Embajador de Estados Unidos en México, en tiempos de Trump, Christopher Landau, también participó. No faltan empresarios y ciudadanos en general que quieren que vuelva a este puesto en cuanto Trump gane en 2024.

También destacaron la española María Herrera Mellado, representante de Vox en Florida y afiliada al Partido Republicano; Hermann Tertsch, aguerrido y sencillo europarlamentario por VOX; Alejandro Giammattei, presidente de Guatemala; Shiva Ayyadurai, el inventor del e-mail; la gran María Fernanda Cabal, quien es muy querida en México (y debería haber sido la candidata que venciera en las presidenciales al nefasto Petro y su narco-socialismo ecologista); Eva Sara Landau, de Bolivia; Miklos Lukacs, de Perú; Pablo Muñoz, de Argentina; Orlando Salazar, CEO de Voice Media y Juan Ángel Soto Gómez, Director del Área internacional de la Fundación Disenso.

Por su parte, los integrantes de Viva México, cercanos a Verástegui, hicieron un excelente trabajo de coordinación. Ferdinand Recio, René Bolio, Verónica Toller, Jean Carlo Portillo.

La participación de mexicanos en el congreso fue esencial, y Verástegui fue generoso y visionario, e integró a muchos liderazgos muy jóvenes, tanto como a otros con mayor trayectoria, sin tomar en cuenta las diferencias naturales entre unos grupos y otros.

Carlos Leal, Ángel Souberville, Juan Iván Peña Neder, Rosi Orozco, Emilio Yitzhak, Frida Espinosa, Carlos Ramírez, Francisco Páez, Rodrigo Iván Cortés, Alicia Galván, Elsa Méndez, y el que esto escribe, disertaron sobre la defensa de la vida, la democracia, la familia, la dignidad de la persona, entre otros temas.

Sorprendió que al menos cinco expositores, extranjeros o mexicanos, se despidieron del escenario al final de sus discursos, gritando «Viva Cristo Rey», al estilo de los cristeros. Y es que estamos en tiempos de defender aquello que somos, gente conservadora, gente de lucha, gente cristiana.

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