En Nicaragua la tiranĂa de Daniel Ortega ha instaurado en la prĂĄctica el unipartidismo, el modelo polĂtico de la sexagenaria dictadura castrista en Cuba, un hecho que se ha consumado tras la destituciĂłn arbitraria de las autoridades municipales de cinco alcaldĂas que estaban en manos del opositor Ciudadanos por la Libertad (CxL). Para Kitty Monterrey, la lĂder de CxL, las acciones ilegales del dictador sandinista responden a un solo objetivo, la toma del control total del paĂs.
Ortega ha dejado sin espacios y opciones polĂticas a un paĂs que tradicionalmente ha sido antisandinista, porque el dictador nunca ha superado el 40% de los votos. LogrĂł retornar al poder con el 38% de los votos, tras la firma de un âpactoâ con el expresidente liberal Arnoldo AlemĂĄn, que redujo el porcentaje de votos mĂnimo al 35% para poder llegar a la presidencia.
El arrebatamiento de las alcaldĂas que CxL ganĂł en los comicios municipales de 2017, en territorios que tradicionalmente han sido opositores al sandinismo, se produjo 11 meses despuĂ©s que el rĂ©gimen cancelĂł la personerĂa jurĂdica a ese partido. Con Ello lo inhabilitĂł a participar en las elecciones presidenciales de noviembre de 2021. A menos de cuatro meses de las prĂłximas elecciones municipales, se vislumbran unos comicios que para la oposiciĂłn serĂĄn una nueva farsa de la dictadura de Ortega.
âCon estos actos el rĂ©gimen estĂĄ confirmando que no tiene ningĂșn interĂ©s en rehabilitar la vĂa electoral y ni siquiera de guardar las apariencias de legalidad en las prĂłximas votaciones municipalesâ, acotĂł Monterrey, a quien Ortega despojĂł de la ciudadanĂa nicaragĂŒense que por ley le corresponde por ser hija y nieta de ciudadanos de origen nicaragĂŒense.
Monterrey permanece exiliada en Costa Rica.
âTenĂamos cinco alcaldĂas. Tres en el departamento de Jinotega, en los municipios de El CuĂĄ, San SebastiĂĄn de YalĂ y Santa MarĂa de Pantasma; ademĂĄs de Murra, en el departamento de Nueva Segovia; y en El Almendro, en RĂo San Juanâ, dijo Monterrey.
âLas intenciones del sandinismo son continuar reprimiendo para silenciar voces que puedan expresarse en su contraâ, aseverĂł la opositora.
De hecho, el municipio de Santa MarĂa de Pantasma nunca ha sido gobernado por el Frente Sandinista. âHa sido una alcaldĂa liberal durante dĂ©cadas y quizĂĄs quisieron tomarse el riesgo ya de una vez por todas y tomarse las alcaldĂas [que no estaban bajo control del sandinismo]â, apuntĂł.
Las cinco alcaldĂas permanecen tomadas por turbas del partido de gobierno, el Frente Sandinista de LiberaciĂłn Nacional (FSLN), que ya designĂł nuevos alcaldes y concejales, y en cuyos edificios ondea la bandera del izquierdista partido.
âEl mensaje del rĂ©gimen es que no van a permitir oposiciĂłn de ningĂșn tipo, por lo tanto, ese modelo que es muy similar al cubano se estĂĄ dando en Nicaraguaâ, dijo la polĂtica.
La farsa
Las prĂłximas elecciones municipales estĂĄn programadas a realizarse el 6 de noviembre, pero a menos de cuatro meses, el Consejo Supremo Electoral (CSE), integrado por militantes y aliados del FSLN, no han convocado los comicios.
âNo es un proceso electoralâ, sostiene Monterrey. âYa se apropiaron de todas las alcaldĂas porque al no haber oposiciĂłn dentro del paĂs tenemos que recordar que los partidos polĂticos que puedan participar en esta farsa son aliados y satĂ©lites del Frente Sandinista, por lo tanto, a quienes vayan a nombrar van a ser sandinistasâ.
Nicaragua en el atolladero
Nicaragua vive en un estado permanente de represiĂłn: la tiranĂa ha instaurado un estado policial y mantiene vigilancia en los barrios a travĂ©s de los Consejos del Poder Ciudadanos (CPC), conocidos popularmente como los âsaposâ de la dictadura.
Cualquier intento de protesta es sofocado por la maquinaria represiva integrada por la policĂa y grupos paramilitares que se movilizan en motos. âEs una situaciĂłn bien compleja la de Nicaragua. No tiene una salida mĂĄgica, sobre todo cuando tenemos a mĂĄs de 180 presos polĂticos, y debe ser prioridad la liberaciĂłn de todos los secuestradosâ, afirma Monterrey.
Muchos nicaragĂŒenses comparan la situaciĂłn sociopolĂtica del paĂs con una olla de presiĂłn que en algĂșn momento podrĂa explotar debido a que Ortega, igual que durante la primera dictadura sandinista, estĂĄ ahogando a la poblaciĂłn con acciones represivas, falta de oportunidades, y una polĂtica clientelista que reparte miseria.
El exjefe de la âContraâ (una agrupaciĂłn armada que adversĂł al sandinismo desde sus primeros dĂas en el poder), Luis Fley, actualmente en el exilio, teme que podrĂa propiciarse una nueva guerra, un escenario nada desconocido para el dictador sandinista.
Monterrey es de la opiniĂłn, que la salida armada no es garantĂa para la restauraciĂłn de la democracia. Y de ello Nicaragua conoce muy bien. En 1979, la guerrilla sandinista derrotĂł al rĂ©gimen de Anastasio Somoza Debayle, e instaurĂł una dictadura socialista, un rĂ©gimen criminal y corrupto.
âLa lucha armada, la salida por la fuerza no es garantĂa de una democracia y eso precisamente ya lo vivimos en el 79. En ese momento de sacar a Somoza del poder por la vĂa armada que causĂł una enorme cantidad de muertos que no queremos repetir. No garantizĂł democracia y ahĂ esta la prueba. Hoy en dĂa el sandinismo se consolidĂł y es una dictadura mĂĄs en este continente. Tenemos que buscar otras opciones que no impliquen mĂĄs derramamiento de sangreâ, opinĂł.
¿Qué tipo de unidad se requiere?
âCreo que los nicaragĂŒenses que participamos en el entorno de la Cumbre de las AmĂ©ricas dimos una muestra de cĂłmo se pueden consensuar los objetivos por lo menos los mĂĄs importantes. Hubo un consenso alrededor de la liberaciĂłn de los presos polĂticos, (y) sĂ es posible que todos los nicaragĂŒenses podamos compartir ese objetivo en comĂșnâ, dijo Monterrey.
âEn cuanto a la unidad, es una palabra en la que yo no he creĂdo. Sobre todo cuando se hace referencia a unidades ideolĂłgicas que prĂĄcticamente son imposibles. Lo que si creo es en las alianzas estratĂ©gicas, pero en este momento lo importante son los objetivos de corto plazo, que deben ser cohesionados para darle a los nicaragĂŒenses esperanza de que sĂ vamos a poder salir de la situaciĂłn en la que se encuentra el paĂsâ, expresĂł la opositora.
Y es que los distintos sectores de la oposiciĂłn no han logrado la unidad. El sandinismo disidente que gobernĂł con Ortega durante el primer rĂ©gimen sandinista, no es visto con confianza debido a su agenda globalista y prosandinista. Quieren sacar del poder a su excamarada, pero mantener los âprincipiosâ del sandinismo. Añoran el retorno a la llamada ârevoluciĂłnâ de 1979.
âRestituir el respeto a la voluntad popular mediante elecciones libres sigue siendo fundamental para que Nicaragua salga de esta profunda crisis y los nicaragĂŒenses no vamos a dejar de demandarloâ, subrayĂł Monterrey. Finalmente, la lĂder opositora asegura que el esfuerzo estarĂa enfocado en lograr un proceso electoral medianamente libre y transparente para la transiciĂłn hacia la democratizaciĂłn del paĂs.