Humberto Ortega, hermano del dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, ha fallecido este lunes en un hospital militar de Managua, donde fue trasladado desde su domicilio, donde estaba detenido acusado de un delito de traición a la patria.
El Hospital Militar Escuela Dr. Alejandro Dávila Bolaños ha informado en un comunicado oficial de que Humberto Ortega «presentó paro cardiorrespiratorio» sobre las 1.55 horas y que «no salió de tal condición» a pesar de las maniobras de reanimación cardiopulmonar ejecutadas. Finalmente fue declarado fallecido a las 2.30 horas.
Ortega, de 77 años, fue hospitalizado en estado grave después de que su salud se viera deteriorada de forma «brusca» tras mostrar síntomas de infarto. El paciente tenía «tendencia a la hipotensión, con ruidos pulmonares sugerentes de falla cardíaca agudizada y con datos de infección de tejidos blandos en miembro inferior izquierdo, por lo que concluyeron que cursaba con datos de sepsis y falla cardíaca», según un comunicado oficial previo.
Además, Ortega tenía antecedentes de hipertensión arterial crónica, diabetes tipo dos, portador de marcapasos permanente bicameral, fibrilación auricular crónica, enfermedad vascular periférica e insuficiencia cardíaca crónica agudizada, según ha informado el diario ‘Confidencial’.
Los encontronazos con Daniel Ortega
Humberto Ortega se encontraba bajo arresto domiciliario por supuestamente haber cometido un acto de traición a la patria al condecorar en 1992 a un militar estadounidense. Quienes son considerados como ‘traidores a la patria’ en Nicaragua son detenidos, despojados de su nacionalidad o desterrados. A este tipo de personas también se les han confiscado sus propiedades.
Humberto Ortega fue junto a su hermano Daniel uno de los líderes de la sublevación del FSLN, que logró derrocar a la dictadura de la familia Anastasio Somoza y se instaló en el poder en 1979 siguiendo el ejemplo de la guerrilla cubana.
Ya en el gobierno, Humberto fue ministro de Defensa durante la primera presidencia de su hermano Daniel, entre 1985 y 1990 y dirigió la transformación de la guerrilla en un ejército regular en medio de la guerra abierta con la Contra nicaragüense, apoyada por Estados Unidos.
Humberto conservó sorprendemente el cargo tras la derrota electoral de Daniel Ortega y la llegada a la presidencia de Violeta Chamorro en 1990. En 1995 abandonó definitivamente los cargos políticos y se centró en sus actividades como escritor y empresario a la vez que se fue distanciando de su hermano, Daniel, muy criticado por el autoritarismo del gobierno instaurado tras su victoria en las elecciones de 2007.