Laura Sarabia, la exjefa de gabinete de Gustavo Petro, destituida tras un escándalo en el que han salido a flote supuestas escuchas ilegales, el hurto de un maletín con dinero en efectivo e información delicada sobre el financiamiento de la campaña del actual mandatario de Colombia, volvió recientemente a asumir una responsabilidad dentro del Ejecutivo.
Sarabia renunció el 2 de junio a su cargo, asediada por el llamado «Niñeragate», un caso en el que la funcionaria acusó a su niñera, Marelbys Meza, de hurtar un bolso con cerca de 7.000 dólares. Posteriormente la funcionaria se vio involucrada en un impasse con el exembajador de Petro en Caracas, Armando Benedetti, en el que se filtraron a la prensa conversaciones de Whatsapp entre ambos con información comprometedora sobre el Ejecutivo izquierdista.
Sin embargo, esto no ha sido impedimento para que el lunes Sarabia haya vuelto al gobierno. Esta vez designada como directora del Departamento para la Prosperidad Social (DPS), una dependencia con no poca importancia. Se estima que la misma maneja, nada más en su programa de Tránsito a la Renta Ciudadana, un presupuesto de unos 1.700 millones de dólares.
La asunción del nuevo cargo de la funcionaria petrista se da en medio de una situación legal comprometida, en la que ésta tiene previsto comparecer ante la Fiscalía para brindar información sobre el presunto uso ilegal de un polígrafo para interrogar a su exniñera en medio de las pesquisas por la desaparición de los 7.000 dólares.