El Departamento de Estado de Estados Unidos ha informado este jueves que ha llamado a consultas a su encargado de negocios interino en la Embajada de Bogotá, John T. McNamara, debido a una serie de «declaraciones infundadas y reprobables de las más altas instancias del Gobierno de Colombia».
El secretario de Estado, Marco Rubio, ha trasladado que además de la retirada de McNamara, Estados Unidos va a tomar otras medidas «para dejar clara» la «profunda preocupación» por el estado actual de las relaciones bilaterales.
«A pesar de las diferencias políticas con el Gobierno actual, Colombia sigue siendo un socio estratégico esencial», señala Rubio, que acto seguido reitera el interés de Washington de «cooperar estrechamente» en «prioridades compartidas», tales como «seguridad y estabilidad regional».
En respuesta el presidente colombiano, Gustavo Petro, ha hecho lo propio y ha llamado a consultas a su embajador en Washington, Daniel García Peña, para que le informe «del desarrollo de la agenda bilateral», que según muestra en un mensaje en X, está conformada por siete puntos.
Petro ha pedido al embajador información sobre el estado de, entre otras cuestiones, la cooperación en materia de medioambiente -transición ecológica, protección de la Amazonía-, inmigración, lucha contra el narcotráfico, o de esfuerzos para lograr una salida política a las crisis de Venezuela, Cuba y Haití.