La vicepresidente de Colombia, Francia Márquez, ha agradecido a la fundación de George Soros, la Open Society Foundations, que le haya financiado un viaje oficial a África.
«Gracias a Open Society Foundations por su apoyo financiero y logístico a nuestra visita de alto nivel a Sudáfrica, Kenia y Etiopía. Reconocemos su aporte al fortalecimiento de las democracias en América latina y el Caribe y al papel de las comunidades étnicas frente a la crisis climática», escribió la número dos de Gustavo Petro en su cuenta de Twitter este sábado.
La gira africana de la vicepresidente colombiana comenzó el 10 de mayo, en una visita que le llevó a Etiopía, Kenia y Sudáfrica, y finalizó el 18 de mayo. Según recogió Semana, el viaje ha generado una profunda polémica por los altos costos y la comitiva —representantes del Gobierno, algunos congresistas, empresarios, artistas y representantes de la sociedad civil— que acompañó a Márquez.
La oposición colombiana criticó la visita a África de la vicepresidente del país. El diputado Hernán Cadavid, del Centro Democrático, denunció que, tras haber presentado un derecho de petición para conocer detalles del viaje, le respondieron que la sola gasolina del vuelo costaría casi 1.700 millones de pesos.
El propio presidente de Colombia, Gustavo Petro, reaccionó a una noticia que apuntaba al alto coste del combustible, señalando que las críticas denotaban «racismo puro y simple». «El mensaje subliminal en esta noticia es que sí se puede ir a Europa pero no a Africa. ¿Por qué? ¿Por que la mayoría de su pueblo es negro? ¿Por que hay más pobres? Racismo puro y simple. Colombia debe relacionarse con todo el mundo, con toda la humanidad. En nuestro país hay un pueblo negro y mulato, venimos de Africa tambien. Cultura e intereses comunes nos juntan», escribió el mandatario en su cuenta de Twitter en vísperas del inicio del viaje.
Gracias a Márquez sabemos que el alto coste de la gira no lo tuvo que pagar, al menos en parte, el pueblo colombiano; de eso se ha encargado la fundación de George Soros. Lo que nos preguntamos, eso sí, es si ese dato quizá haya generado aún más inquietud entre los colombianos.