El fin de las Fuerzas Armadas es proteger a las naciones de amenazas externas. En el caso del Ecuador ahora además resguardan a la población civil del crimen organizado. Y es que la violencia ha llegado a tal punto que los uniformados se sumaron a la lucha contra la delincuencia.
En ese sentido, un total de 800 militares fueron desplegados en una de las zonas más peligrosas del país sudamericano. Se trata de Posorja, una parroquia aledaña a Guayaquil (en la región litoral de Ecuador)
Desde las 6:00 de la mañana del jueves 8 de septiembre, se militarizó la zona. En el primer día de militarización los uniformados llevaron a cabo 19 allanamientos y hubo decenas de detenidos vinculados a delitos. También se realizó la incautación de alcaloides.
Como referencia del aumento de la peligrosidad de la zona, algunos datos: de enero a septiembre del 2021 nueve personas fueron asesinadas en Posorja; mientras que en lo que va del 2022 casi se ha quintuplicado esa cifra, con un total 42 asesinatos. A nivel nacional, 360 personas son asesinadas por mes en Ecuador.
🛑800 uniformados entre policías y militares intervienen #Posorja.
— Dejemos el miedoo (@DejemosM) September 9, 2022
Capturaron a 6 personas implicadas. 4 son los grupos delictivos que se confrontan por tener el control de tráfico de drogas. pic.twitter.com/mVzlb2skFt
La Policía adjudica el aumento de la violencia a la lucha territorial de cuatro organizaciones narcocriminales. Posorja es la zona más afectada, dado que es un puerto de carga y sirve de bodega para almacenar cocaína. Además de los 800 uniformados que patrullan la zona, hay personal de inteligencia militar y policial vestidos de civil que realizan labores en el área. Su fin es identificar a los delincuentes infiltrados entre los pescadores de la zona.
Se decidió llevar a cabo estos operativos luego de realizarse un encuentro por la seguridad en la ciudad de Machala, provincia de El Oro. Allí el ministro del Interior, Patricio Carrillo, destacó que la lucha contra el delito exige reestructurar el sistema de justicia y los marcos legales para enfrentar las nuevas dinámicas del crimen organizado.
Hace apenas días el ministro Carrillo denunció que el aparato judicial actúa de tal manera que favorece a la delincuencia y debilita a las fuerzas del orden. Lo dijo luego de que la Justicia sentenció a un policía que mató a dos ladrones que intentaron asaltar a un menor de edad.
Carrillo denunció que la condena contra el policía Santiago Olmedo emite un mensaje: “Inmovilizar y paralizar a la policía”. “Corresponde apelar y lo haremos”, aseguró y ratificó que el presidente Guillermo Lasso tiene la misma postura de respaldar a los policías que hacen su trabajo.
Es decir, no alcanza con la presencia de los uniformados. Necesitan un sistema judicial que los respalde. Pues hasta ahora el denominado “garantismo” que impera en la región favorece a los delincuentes y perjudica a las fuerzas del orden.
Por el momento los operativos en Posorja requieren unir esfuerzos entre Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. Sucede dentro del marco de Estado de Excepción que está vigente en la nación sudamericana hasta mediados de septiembre. La presencia de los uniformados se mantendrá en pie hasta entonces. Por lo cual, los habitantes de Posorja temen que una vez que se retiren las fuerzas del orden los sicarios y narcos volverán.
