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Pese a que prometió reducir la delincuencia

López Obrador cierra su presidencia con un balance de 90 homicidios diarios en México durante seis años

López Obrador cierra su presidencia con un balance de 90 homicidios diarios en México durante seis años
Andrés Manuel López Obrador. Europa Press

Andrés Manuel López Obrador ha reclamado varias veces a España que presente disculpas a los mexicanos por la conquista realizada en el siglo XVI. Se queja de las brutalidades y crueldades quien concluye su presidencia este 1 de octubre con un saldo de casi 200.000 homicidios; es decir, 90 diarios durante seis años.

En cuanto se conoce la historia de México sorprenden dos hechos. El primero, la mengua de su superficie en el siglo XIX. La república liberal y masónica perdió en unos pocos años después de la independencia más de la mitad del territorio heredado del virreinato de Nueva España a manos de Estados Unidos.

El segundo, la violencia, que ha sido constante desde su nacimiento, incluso durante los períodos de aparente paz: cuartelazos y revueltas, invasiones, guerras civiles, exterminio de indígenas… Dos de esas muestras de violencia perpetrada por el Estado han sido las desapariciones de guerrilleros y activistas de extrema izquierda en los años 60 y 70; y la guerra cristera, durante los años 20 y 30, contra los católicos, en la que los muertos superaron los 250.000. Por los asesinatos y las violaciones cometidas por las tropas federales durante la cristiada, ningún presidente mexicano ha presentado perdones a su pueblo.

La manifestación más reciente de esa violencia es la criminalidad vinculada a los cárteles de la droga, a la delincuencia y a la represión por parte de las diversas policías, el ejército y la marina.

*Datos incompletos
Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)

Nada más tomar posesión de la presidencia, Felipe Calderón, del partido de centro-derecha Acción Nacional, decretó la guerra contra el narcotráfico, que se inició con un despliegue de fuerzas policiales en Michoacán, donde a lo largo de 2006 las bandas de narcos habían causado 500 muertos en combates: sicarios, policías, ciudadanos inocentes…

Desde entonces, la violencia, que ya era alta, se ha exacerbado y afecta a periodistas, políticos, candidatos, empresarios, jefes militares… La impunidad de los delincuentes y sus extorsiones y secuestros también han crecido. Los cárteles, que obtienen muchas de sus armas en EEUU, son capaces de usar drones y minas caseras.

Al presentar su Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, el presidente López Obrador prometió que, al concluir su sexenio, la delincuencia se habría reducido a la mitad respecto a la registrada en el anterior mandato, bajo Enrique Peña Nieto, cuyo mandato (2012-2018) era entonces el más violento. Esa marca pasa ahora a AMLO, con un 25% más de homicidios. «Abrazos, no disparos» fue el lema con el que este descendiente de asturianos resumió su política de seguridad, pero insiste en que no ha fracasado.

El sexenio de López Obrador puede superar los 200.000 muertos cuando se contabilicen todos los asesinados. El último número disponible, de principios de septiembre, es de 199.368 fallecidos de forma violenta. Es decir, una cantidad de seres humanos equivalente a los municipios de Almería o de Alcalá de Henares.

Y mientras Claudia Sheinbaum, sucesora de López Obrador y también militante del partido Morena, explica que no ha invitado al rey Felipe VI a su toma de posesión porque no ha presentado excusas por la conquista, Culiacán, capital del estado de Sinaloa, sufre una ola de violencia desde comienzos de septiembre desencadenada por los mayitos y los chapitos que ni el Ejército puede detener. El número de muertos se aproxima a los 90.

Y es que la oligarquía mexicana es maestra en tratar de tapar sus fracasos y corrupciones con ataques al exterior, sea a Estados Unidos o a España.

La mayoría de los mexicanos se han acostumbrado a las mentiras de su presidente, como la de que su sistema sanitario es mejor que el de Dinamarca, y a la violencia. En las elecciones presidenciales y parlamentarias de junio pasado, la coalición izquierdista aumentó su mayoría de diputados y senadores en el Parlamento federal respecto a la que alcanzó en 2021. Y Sheinbaum, compañera de Obrador y como él ex alcaldesa de México DF, obtuvo casi seis millones más de votos que en 2018. La sangre a la izquierda le resbala. 

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