Said Lobo, hijo del expresidente conservador de Honduras Porfirio Lobo, ha muerto esta madrugada junto a otros tres jóvenes tras recibir varios disparos cuando salía de una discoteca en el noreste de la capital hondureña, Tegucigalpa.
Así lo ha confirmado el propio Porfirio Lobo, quien ha llamado a las autoridades del país para que «tomen cartas en el asunto» porque los asuntos de seguridad en la nación caribeña «se les está yendo de las manos». «Tienen que poner orden», ha dicho. «Quienes lo mataron son gente entrenada, mataron a mi hijo (…). Los hijos duelen», ha trasladado el expresidente.
Lobo, quien presidió Honduras entre 2010 y 2014, ha instado al Gobierno izquierdista de Xiomara Castro a hacer uso de todos los recursos que tiene a su alcance.
Junto a Said han muerto otras tres personas, entre las que se encuentra un sobrino del general retirado de las Fuerzas Armadas Romeo Vásquez.
La zona ha sido acordonada por agentes de la Policía Nacional, que darán comienzo ahora a las investigaciones pertinentes, si bien es cierto que los primeros informes apuntan a que un grupo fuertemente armado se bajó de un vehículo y abrió fuego disparando hasta 80 veces contra Said y sus acompañantes.