El movimiento hispanista en países iberoamericanos como Puerto Rico no ha hecho más que crecer en los últimos años. Sin embargo, tras décadas de esfuerzo de asociaciones independientes, por fin tratará de obtener representación política. El objetivo es claro: volver a ser una provincia española y desligarse de Estados Unidos.
Hace tan sólo dos días, el actual gobernador del país convocó un nuevo referéndum “criollo” sobre el estatus político de la isla a celebrarse el próximo 5 de noviembre. Sin embargo, y para molestia de cada vez más ciudadanos, en él no se incluye la posibilidad de independizarse de EEUU y convertirse en la provincia española número 51.
Por ello, el movimiento Adelante Reunificacionistas ha acelerado el proceso y, pese a no ser aún un partido político, ya trabaja pensando en unas futuras elecciones dado que cerca del 20% de puertorriqueños dice estar a favor de una unión con España —según la encuestadora Demoscopia—: «El movimiento está creciendo, y pronto precisará de una representación política que defienda sus intereses en la isla. Los discursos de Annette Falcón y José Miguel Velázquez ante el comité de descolonización de la ONU han dejado claro que el pueblo español apoya mayoritariamente al pueblo puertorriqueño», explica Luis Mulió, presidente de la Asociación cultural Reunificacionistas en acción.
«Es hora de canalizar este interés en forma de un partido que defienda la reunificación. Se trata de que esta opción esté contemplada en un futuro plebiscito que se celebre en la isla. Debe ser discutida tanto por el Gobierno de Estados Unidos como por el de España y Puerto Rico», señala insistiendo en la necesidad de llegar a un pacto por la vía diplomática.
Además, considera imprescindible que todas las partes reconozcan este plebiscito para sacar a Puerto Rico del «Estado colonial» en el que se encuentra: «Así nos podrán devolver los derechos democráticos y la prosperidad que necesitamos. En España, siendo una tierra occidental y formando parte de la Unión Europea, podremos recuperarlos», concluye.
Consideran que, para llevar a cabo este profundo cambio, es necesario contar con el apoyo de las siete familias más poderosas económicamente de la isla, ya que «controlan todo»: «Mientras les convenga económicamente, no darán de lado a los Estados Unidos. Eso sí, las próximas elecciones pueden cambiarlo todo, ya que Donald Trump jamás ha mostrado el más mínimo interés por Puerto Rico hasta tal punto que llegó a plantearse cambiarlo por Groenlandia», añade Jaime Cristóbal, miembro de la asociación Reunificacionistas