Los recientes escándalos suscitados en el Gobierno de Colombia están minando la popularidad del presidente izquierdista, Gustavo Petro. El rifirrafe entre su antigua jefe de gabinete, Laura Sarabia y el exembajador en Venezuela, Armando Benedetti, ha generado heridas profundas en un Ejecutivo que, tras cerca de 10 meses en el poder, parece haber dejado atrás los días de luna de miel con la sociedad colombiana.
A esta altura Benedetti ha abandonado el territorio del país sudamericano, aludiendo compromisos familiares. Antes de eso se desdijo de todas las acusaciones que había hecho en contra de Petro y el financiamiento de su campaña presidencial el año pasado. El exdiplomático incluso ha pedido protección a la Fiscalía, arguyendo que siente amenazada su seguridad y la de su familia.
Los sondeos son elocuentes. La más reciente encuesta de Datexco muestra cómo Petro ha caído a sus niveles más bajos de aceptación desde agosto pasado, cuando se juramentó como presidente. Así, el estudio deja entrever que al día de hoy sólo un 26% de los colombianos aprueban su gestión, mientras que su índice de desaprobación alcanza el 60%.
En este mismo orden de ideas, los habitantes del país rechazan mayoritariamente el hecho de que Petro busque inmiscuirse en las competencias del Poder Judicial. Así, un 55% se muestra en contra de esta injerencia, mientras que sólo un 24% la respalda.
Los datos de esta demoscópica se recabaron entre el 30 de mayo y el primero de junio, cuando la pugna entre Benedetti y Sarabia apenas estaba comenzando. Por tanto, no es descabellado pensar que luego del desarrollo que ha cobrado este escándalo -en el que incluso se ha puesto en entredicho la propia legitimidad del financiamiento de campaña que llevó a Petro al Palacio de Nariño- el índice de aprobación del presidente colombiano haya caído algunos puntos más.
Una credibilidad minada por los cuatro costados
Otros sondeos, como el realizado por la Alianza Nacional de Firmas Encuestadoras entre el 5 y 6 de junio, dan cuenta de que los escándalos del Gobierno petrista han derivado en una crisis de credibilidad generalizada hacia el Ejecutivo.
Así, un 48,5% de los colombianos le cree a la niñera Marelbys Meza, en medio de la polémica en la que resultó acusada por, supuestamente, sustraer unos 7.000 euros en efectivo de la casa de la exjefa de gabinete de Petro, Laura Sarabia. Sólo un 11,8% de los encuestados cree en las acusaciones de Sarabia, mientras que otro minúsculo 9,3% da por buenos los comentarios de Armando Benedetti al respecto.
El escándalo que compromete al círculo familiar de Gustavo Petro -específicamente a su hijo Nicolás- por haber, supuestamente, recibido dinero ilícito durante la campaña, también fue abordado en dicho estudio. En ese sentido, el 56,4% afirma creerle a la exesposa de Nicolás Petro, Daysuris Vásquez, quien señala que dicho dinero fue manejado por el hijo del actual mandatario. Sólo un 22,1% cree en el desmentido de la situación que ha hecho el presidente Petro y un reducidísimo 8,8% le otorga credibilidad a su hijo.
Otra disputa que ha afrontado Gustavo Petro recientemente es la abierta contra el fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa, en torno a la autonomía de este último para desempeñar sus funciones. En este apartado el jefe de Estado colombiano también resulta desfavorecido ante la opinión pública: un 51,3% de los colombianos asevera que tiene confianza en los argumentos de Barbosa, mientras que un 30% se inclina por los de Petro. El 26,3% restante señala no tener confianza en ninguno de los dos.
