El Congreso colombiano ha sido escenario de una serie de derrotas para el Gobierno del presidente Gustavo Petro, marcando un final de año complicado para su agenda legislativa. La reforma política, una de las iniciativas más emblemáticas de su Administración, fracasó nuevamente en la noche del lunes, al no alcanzar el cuórum necesario para avanzar en su cuarto debate. Este es el segundo gran revés en menos de una semana, después de que el Congreso también rechazara la reforma tributaria destinada a financiar el presupuesto de 2025.
«Es lamentable que esta reforma, crucial para combatir la corrupción y fortalecer la democracia, haya sido asfixiada por la inacción del Congreso», declaró un portavoz del Ministerio del Interior. A pesar de los esfuerzos del Gobierno por revivir la iniciativa en varias ocasiones, este nuevo fracaso refleja la dificultad de construir mayorías en un legislativo polarizado.
Reforma tributaria: otro golpe a la agenda de Petro
El rechazo de la reforma tributaria a principios de la misma semana también fue un golpe significativo. El proyecto buscaba recaudar 9,8 billones de pesos (aproximadamente 2.227 millones de dólares) para cerrar el presupuesto del próximo año, pero enfrentó una fuerte oposición de sectores empresariales y partidos de derecha. Petro calificó la decisión como una protección a los intereses de grandes conglomerados económicos en detrimento de las clases medias y populares.
«Los mismos políticos tradicionales que frenaron esta reforma están preparando el terreno para recuperar el poder en las elecciones de 2026», afirmó el mandatario, quien ha insistido en que la reforma fiscal era esencial para garantizar un sistema más equitativo.
La salud: el último bastión en riesgo
Con dos grandes reformas hundidas, el Gobierno de Petro se encuentra ahora enfocado en salvar su propuesta de reforma al sistema de salud, otra pieza clave de su agenda. Esta iniciativa, que ha generado un intenso debate público, plantea cambios profundos en la gestión y financiación del sistema de salud colombiano. Sin embargo, enfrenta críticas de expertos y gremios que advierten sobre posibles retrocesos en la calidad y acceso a los servicios.
La Asociación Colombiana de Sociedades Científicas ha pedido la suspensión de la discusión, argumentando que el proyecto carece de soluciones claras a los problemas estructurales del sector. A pesar de ello, el Ejecutivo convocó a sesiones extraordinarias en el Congreso para intentar avanzar en su aprobación antes de que concluya el período legislativo.
El fracaso de estas reformas representa un momento crítico para el Gobierno de Petro, que enfrenta crecientes cuestionamientos sobre su capacidad para implementar cambios estructurales.
Desde el Ministerio del Interior han anunciado una cumbre con partidos políticos a inicios de 2025 para intentar revivir las propuestas hundidas. «Es imperativo reformar el sistema político y fiscal del país. No podemos resignarnos a mantener un statu quo que perpetúa la desigualdad y la corrupción», declaró el ministro.
Aunque la administración asegura que continuará buscando consensos, el panorama en el Congreso sigue siendo incierto. Con una oposición fortalecida y una coalición oficialista fragmentada, la capacidad del Gobierno para avanzar su agenda legislativa será puesta a prueba en los próximos meses, entrando en 2025.