El Gobierno de Colombia ha emitido este viernes un comunicado de once puntos en el que «rechaza de manera rotunda» las afirmaciones de «ciudadanos y dirigentes políticos» sobre que está facilitando las operaciones del narcotráfico y beneficiándose de ellas, y ha animado a quienes así lo consideran a denunciar el caso ante las autoridades competentes.
Así, el Ejecutivo colombiano ha defendido sus políticas para erradicar el narcotráfico, y ha remarcado que, bajo órdenes del presidente izquierdista Gustavo Petro, Bogotá ha cambiado sus políticas y ahora no tiene en su foco a los campesinos cultivadores de coca, sino a aquellos que «obtienen las grandes riquezas de esta actividad ilícita».
Para Petro, los campesinos representan «el eslabón más débil de la cadena» y, debido al «histórico abandono estatal» que ha sufrido, ven en el cultivo de hoja de coca su única forma de sustento. Por tanto, las autoridades han instado a las Fuerzas Armadas y Policía a centrar sus esfuerzos en la exportación de drogas.
«Las Fuerzas Militares y de Policía han enfocado sus esfuerzos en la interdicción y la incautación de los cargamentos de drogas ilícitas que pretenden salir de Colombia y tiene como destino países consumidores», ha añadido el Gobierno colombiano.