El Tribunal Oral Federal número 2 de Buenos Aires, la corte que en diciembre pasado condenó a Cristina Fernández de Kirchner a seis años de prisión e inhabilitación política perpetua, reveló el jueves los fundamentos de su veredicto en contra de la exmandataria izquierdista argentina por la causa “Vialidad”, precisando que la trama de corrupción en la que ésta participó remite a “un hecho inédito en la historia del país”.
Los magistrados Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Gorini y Andrés Basso publicaron la sentencia completa del caso. El extenso documento sitúa a Kirchner como la principal responsable de una estructura desarrollada al amparo del Estado para adjudicar hasta 51 contratos de obras públicas solamente en la provincia de Santa Cruz a Lázaro Báez, un empleado común del sector de la hostelería que con el paso de los años -y el padrinazgo de los gobiernos kirchneristas- pasó a convertirse en un acaudalado hombre de negocios.
Así, los jueces dejaron en claro que la expresidente argentina tenía pleno conocimiento de toda la estructura de este plan, utilizado para el enriquecimiento ilícito de la familia Kirchner, que tomó parte «en los beneficios económicos producto del delito».
«Nos hemos encontrado ante un hecho inédito en la historia del país, pues se ha acreditado que ciertas decisiones trascendentales respecto de la marcha empresarial del grupo fueron adoptadas siguiendo órdenes expresas de los más altos integrantes del Poder Ejecutivo Nacional», se alcanza a leer en un pasaje de la sentencia, que alude directamente a la responsabilidad de la exjefa de Estado argentina en el desarrollo de una trama que marca un antes y un después en la historia de la corrupción política en el país sudamericano.
La corte terminó sentenciando a Kirchner por el delito de administración fraudulenta, en el entendido de que se burlaron los mecanismos de contraloría para quebrantar los límites entre el ámbito público y los intereses privados, dando rienda suelta a la creación de una relación “promiscua” de “absoluta confusión entre ambas esferas”.
«Se evidencia la existencia de vínculos promiscuos y corruptos entre funcionarios de la administración pública (nacional y provincial) y las empresas contratistas del Estado pertenecientes al mencionado grupo empresarial», apunta también el documento revelado por el tribunal.
Aunque esto presupone que Kirchner estaría inhabilitada para postularse a cualquier cargo de elección popular, el fallo todavía deja campo abierto para la apelación en instancias como la Cámara Federal de Casación Penal y la Corte Suprema de Justicia del país, por lo que a la exmandataria aún le quedarían cartas por jugar, si es que así lo dispone.
Y es precisamente por ello que dentro del gobernante Frente de Todos aún hay sectores que no dan por descartada la eventual concurrencia de Cristina Kirchner como candidata al Senado o bien incluso a la propia presidencia de la nación, en momentos en donde el presidente Alberto Fernández vive horas bajas en cuanto al respaldo de su gestión que incluso han coincidido con una pugna abierta por el control del oficialismo con la propia exjefa de Estado.
Así, el propio ministro de Seguridad del Gobierno, Aníbal Fernández, ha asomado que con Cristina no está todo dicho, en tanto no existe un impedimento legal para que se postule en los próximos comicios a algún cargo; sin embargo el propio titular de la cartera de Seguridad ha dicho también que el mar de fondo que acompaña actualmente a la expresidente no generan el ambiente ideal para que esta sea candidata.
“Si bien la legislación hoy no indica que esté proscripta, las condiciones en las cuales la dejan como candidata no son buenas para competir”, dijo Aníbal Fernández recientemente, añadiendo que aunque nadie podría cercenarle el derecho a competir a Cristina Kirchner, ésta tendría que medirse incluso con el actual presidente argentino, Alberto Fernández, quien obviamente aspira a reelegirse en el cargo.
Por lo pronto el enfoque que han asumido los partidarios de Kirchner es el de negar que ésta se encuentre inhabilitada para aspirar a cargos de elección popular, asomando las campañas “Cristina 2023: la proscripción al carajo” o “Luche y vuelve: Cristina 2023” como asomo de una eventual vuelta al ruedo electoral.
Lamentablemente -y a juzgar por los sondeos- la exmandataria corrupta sigue siendo el liderazgo más consolidado con el que cuenta el kirchnerismo de cara a las próximas presidenciales, a realizarse en octubre de este año.
