El domingo 11 de julio de 2021 miles de cubanos salieron a la calle a manifestarse de forma pacífica para protestar por la situación económica del país y la constante persecución política que sufre todo aquel que disintiese del régimen comunista de Miguel Díaz-Canel.
Un año después de las masivas protestas, la represión en Cuba continúa. En este tiempo, un total de 1.484 personas han sido arrestadas, de las cuales 701, con edades comprendidas entre los 12 y 68 años, aún permanecen entre rejas, según el reporte «Un año sin justicia: patrones de violencia estatal contra manifestantes del 11J», elaborado por las ONG Cubalex y Justicia 11J.
Además, 488 personas ya tienen sentencias definitivas tras haber sido encarceladas por su papel en las pacíficas manifestaciones del 11-J, según la ultima actualización que el pasado miércoles hizo la Fiscalía de Cuba.
El 11 de julio de 2021, las primeras manifestaciones se produjeron en San Antonio de los Baños al grito de «¡abajo la dictadura!», «libertad» y «patria y vida» y el resto de los cubanos se enteró por transmisiones en vivo que los mismos manifestantes publicaron en sus redes sociales.
Pero, en paralelo a las detenciones, la dictadura bloqueó los datos móviles de los ciudadanos. De esta forma, sin acceso a redes sociales, los manifestantes no podían ni informarse de más movilizaciones ni difundir la represión que se estaba viviendo.
Los procesos judiciales a los manifestantes fueron duramente criticados por gobiernos extranjeros y organizaciones defensoras de los derechos humanos quienes alegaron que, con estos actos, se buscaba sentar un precedente para desarticular cualquier oposición.
Las penas más duras por parte del régimen cubano correspondieron a los delitos de sedición, que fueron castigadas con hasta 25 años de cárcel.
