«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
MÁS de 150.000 han dejado NICARAGUA desde 2018

La represión de Ortega provoca que miles de nicaragüenses huyan del país hacia Estados Unidos

Una "caravana migrante" procedente de Centroamérica busca llegar a los EEUU. Europa Press

Miles de nicaragüenses se han visto forzados a emigrar de su país ante las amenazas, la represión, consolidación de un estado policial y por razones económicas debido a la falta de oportunidades acentuadas por una crisis sociopolítica que estalló en abril 2018. Uno de los principales destinos de la inmigración es Estados Unidos, seguido por el vecino del sur, Costa Rica.

Las estadísticas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), revelan un aumento sustancial de la inmigración indocumentada de nicaragüenses pese a los peligros que representa el paso por México para llegar a la frontera estadounidense. Más de 70.000 nicaragüenses fueron detenidos en el borde fronterizo durante el 2021.

El analista político Francisco Delgadillo, sostiene que el origen de la emigración son razones políticas y económicas, pero, a su juicio, la primera tiene mayor peso debido a que la situación política que atraviesa Nicaragua aleja la inversión privada y afecta la economía.

Profesionales, empresarios, políticos y estudiantes han abandonado el país a causa de la represión. La primera ola de emigrantes se registró en 2018, tras las multitudinarias protestas, la mayoría se refugió en Costa Rica con la esperanza que pronto retornarían, pero no fue así.

La segunda ola se observa desde 2021, durante el periodo de las elecciones presidenciales. El destino es Estados Unidos y Costa Rica. La represión y la captura de opositores, entre ellos siete aspirantes presidenciales, creó más incertidumbre sobre el rumbo por el que Ortega lleva al país, y la consolidación de una dictadura dinástica. Ese escenario es la principal razón por la que hoy se ven a centenares de nicaragüenses caminando en las carreteras, viajando en autobuses o en aviones, aventurándose a dejar atrás su país y buscar nuevos horizontes.

Lo que antes era un tema que solo incluía a los países del Triángulo del Norte – Guatemala, Honduras y El Salvador -, hoy muestra en el radar la aparición de inmigración ilegal de nicaragüenses, un fenómeno que tiende al alza y que se suma a la crisis en la frontera sur estadounidense agudizada tras la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, quien flexibilizó las medidas migratorias.

Caravanas

La primera caravana de emigrantes hondureños y nicaragüenses partió de San Pedro Sula, Honduras, el 15 de enero y con destino a Estados Unidos. Las imágenes publicadas por medios periodísticos hondureños y las redes sociales muestran un verdadero drama de la crisis; caminan con niños cargados en brazos y otros tomados de la mano. Viajan con pocas pertenencias en sus mochilas, rostros cansados, decididos a caminar y con la esperanza de llegar al destino que se han propuesto. Y aunque la caravana fue retenida por las autoridades en Guatemala, esperan poder continuar el viaje hasta llegar a Estados Unidos.

Un informe del Instituto Nacional de Migración de México revela que el “contingente estaba integrado en su mayoría por personas de Nicaragua y un grupo pequeño de hondureños”, esto de acuerdo a informes de las autoridades guatemaltecas, quienes insisten en que la inmigración a su país debe ser ordenada, regulada y segura, principalmente por la presencia de COVID-19.

“El IGM (Instituto Guatemalteco de Migración) recordó que las personas extranjeras que quieran ingresar a territorio nacional necesitan cumplir con los siguientes requisitos: Prueba PCR o antígeno negativa (72 horas previo al ingreso al país), carnet con esquema completo de vacunación a los mayores de 12 años.

Ante el aumento de la inmigración nicaragüense, la embajada de Estados Unidos en Managua, publicó un mensaje en el que advierte a la población de no realizar el viaje porque será en vano. “Si llega a la frontera de Estados Unidos de manera irregular, solo o acompañado, será deportado inmediatamente. No crea en las mentiras de los coyotes, no inicie un viaje en vano”, recomienda.

La emigración masiva no es un fenómeno nuevo para los nicaragüenses, pues durante la primera dictadura sandinista (1979-1990) miles de ellos huyeron de la represión, del reclutamiento forzado de jóvenes para ir a una guerra cuyo origen fue la instauración de una nueva dictadura dirigida desde Cuba, además de razones económicas. La segunda etapa del régimen sandinista ha propiciado la salida de más de 150.000 nicaragüenses desde 2018, tras el estallido social que dejó 355 muertes producto de la represión del régimen de Daniel Ortega, más de 2.000 heridos y centenares de presos políticos. En la actualidad quedan en las mazmorras del régimen 170 presos de conciencia.

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