El kirchnerismo se juega su continuidad en el poder en Argentina en unas elecciones en las que los sondeos apuntan a una victoria del libertario Javier Milei en la primera vuelta.
Los comicios se desarrollan en medio de un escenario económico dramático y una aguda crisis política y social. La inflación está desbordada (138%), un 40% de la población vive por debajo de la línea de pobreza y el 10% está sumida en la indigencia.
Sergio Massa, el actual ministro de Economía del Ejecutivo de Alberto Fernández, es el candidato oficialista de Unión por la Patria (UP). Massa es, sin duda, un actor camaleónico en la política argentina. Se inició en las filas de la Unión del Centro Democrático (UCeDé), un espacio liberal, se alió con el kirchnerismo —entre 2008 y 2009 pasó a formar parte del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner como su jefe de gabinete— y se distanció de él y en 2015 enarboló una «tercera vía» en las elecciones presidenciales —logrando más del 20% de los votos—.
En aquella campaña, según recoge el informe Panorama País de Foro Madrid, «denostó a sus hoy aliados políticos, tildándolos de corruptos y falsos progresistas». Después se acercó a Mauricio Macri, que le proclamó como nuevo líder de la oposición, y volvió a arrimarse a Cristina conformando la coalición Frente de Todos que llevó a la presidencia a Alberto Fernández en 2019 en la primera vuelta.
Millones de argentinos que no quieren un Presidente manejado por empresarios, ni uno manejado x Cristina, nos van a poner en la 2° vuelta.
— Sergio Massa (@SergioMassa) October 21, 2015
Fue presidente de la Cámara de Diputados desde diciembre de 2019 hasta agosto de 2022. Y durante la pandemia fue uno de los principales impulsores del confinamiento extremo que mantuvo al país en el sendero de la ruina económica. En el verano del año pasado hizo de intermediario en la pugna por el poder entre Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández, y fue nombrado «superministro» de Economía.
Hace dos meses culpó al Fondo Monetario Internacional (FMI) de la devaluación de la moneda. «Funciona como el síndico de una convocatoria que cada tres meses te mira las cuentas. Se trata de un enorme collar de sandías en la espalda», afirmó Massa, que insiste en mantener el gasto, señala que «la clave es generar más ingresos al fisco».